Autor:
Vitalie Mindru
Introducción
El
presente trabajo de investigación tiene como propósito de analizar los
descubrimientos arqueológicos con respecto a las costumbres en torno a la vida
familiar en el Cercano Oriente en el segundo milenio a.C., descubrimientos que arrojan
luz sobre la vida de los patriarcas de la Biblia.
En primer lugar se tiene
que hacer una aclaración. Cuando hablamos de los patriarcas nos referimos a
Abraham, Isaac, Jacob y a los doce hijos de Jacob. La historia de estos
personajes esta narrada en el libro de Génesis desde el capítulo 12 hasta 50.
Después de examinar los
descubrimientos arqueológicos, el siguiente paso de la investigación es de ver
si hay paralelos entre estos descubrimientos y lo que cuenta el libro de
Génesis sobre los patriarcas.
I.
Visión general sobre los relatos
patriarcales
1)
La datación del periodo patriarcal
No es fácil de ubicar cronológicamente
a los patriarcas de la Biblia. Los eruditos y los especialistas no están
unánimes con respecto a esto. Algunos consideran que hay buenas razones para ubicarles en la edad del bronce media, apr.
1850–1570 a.C.[1] Sin
embargo otros hablan de finales del tercer milenio y la primera mitad de
segundo milenio a.C. como el periodo más probable. La Biblia de Estudio Arqueológica propone con aproximación la
siguiente cronología; desde el nacimiento de Abraham en 2166 a.C. hasta la
muerte de José 1805 a.C.[2]
2)
La particularidad de los relatos
patriarcales
Los relatos de Génesis
tratan de costumbres que resultan bastante difíciles de comprender para el
lector de hoy. También hay conductas, costumbres que ya no se repiten en otros
libros de la Biblia. En este sentido estos relatos son únicos en la Biblia.
Para tener una mejor
comprensión de la vida de los patriarcas no es suficiente solamente estudiar la
Biblia. Además de esto la historia antigua y de la arqueología bíblica resultan
muy provechosas. De hecho se va a ver que el estudio arqueológico ayuda a
comprender algunos relatos bíblicos que de otra manera resultarían
incomprensibles.
II.
Descubrimientos arqueológicos en Cercano
Oriente sobre la vida familiar del II milenio A.C.
En este capítulo se presenta
algunos de los más importantes descubrimientos arqueológicos que ayudan a analizar
las costumbres familiares de la época de los patriarcas.
1)
Las
excavaciones en Nuzi
La antigua ciudad de Nuzi (o Nuzu) fue
descubierta en Yorghan Tepe, 19 km al suroeste de la moderna Kirkuk, Irak. Las
escavaciones se llevaron a cabo por el Museo Universitario (Universidad de
Pensilvania) en cooperación con las Escuelas Americanas de
Investigaciones Orientales, el museo Semítico de Harvard y el museo de Iraq
desde 1925 hasta 1931 bajo la dirección de Edward Chiera. Algunos
documentos de negocios y un mapa de arcilla descubierto por Chiera datan
del período de Acadia cuando la ciudad era conocida como Gasur. Los
descubrimientos de mayor importancia, sin embargo, datan de la mitad del
segundo milenio a.C., cuando el lugar estaba bajo el dominio hurriano y llevaba
el nombre de Nuzi. Más de 20.000 documentos cuneiformes de este período
nos dan un conocimiento de cuatro o cinco generaciones de vida nuzi durante el
siglo XV a.C. y nos ayudan a trazar las fortunas de sus ciudadanos más
prominentes.
Las tabletas de Nuzi están escritas en acadio
que era la lingua franca del Cercano Oriente. Los escribas hurrianos,
sin embargo, ocasionalmente usaban palabras hurrianas con las cuales estaban
más familiarizados. Como resultado, las tabletas de Nuzi son una fuente de
información en cuanto a los idiomas hurriano y acadio. [3]
Para el estudioso de la Biblia las
tabletas de Nuzi son importantes porque son una fuente primaria de información
concerniente a la vida en el norte de Mesopotamia, un distrito donde los
patriarcas bíblicos vivieron por un tiempo y al cual ellos enviaron emisarios
para encontrar esposas adecuadas para sus hijos. Algunas de las costumbres y de los valores del área de Nuzi, no lejos del
Padán-Aram bíblico, se reflejan en los relatos bíblicos de los patriarcas.
Para John Bright, los textos de Nuzi, que reflejan
la ley consuetudinaria de una población predominantemente hurrita del este del
Tigris, del siglo XV, son muy provechosos para el estudiante de la Biblia.
Aunque estos textos proceden de la última época de la edad patriarcal,
representan indudablemente una tradición legal muy extensa y muy antigua. Los
hurritas, que se encontraban en todas las partes del Creciente Fértil hacia la
mitad del segundo milenio, pueden haber tomado muchas de estas costumbres de
una población amorrea anterior. Los textos
de Nuzi iluminan un cierto número de incidentes, de otro modo inexplicable.[4]
En cualquier caso hasta este momento los textos de Nuzi nos
han dado más material que proyecta luz sobre la era patriarcal que cualquier
otro descubrimiento arqueológico.
El comentario de la Santa
Biblia de Estudio Arqueológica concluye diciendo: No todas las alegadas similitudes entre la Biblia y la información
recopilada de Nuzi son certeras, pero como mínimo demuestran que el contexto de
Génesis, en efecto, esta enraizado en costumbres antiguas.[5]
2)
El código
de leyes de Hammurabi
En el invierno de 1901 a 1902, una expedición francesa que
trabajaba en las ruinas de la bíblica Susa descubrió una estela de 2,25 m, de
diorita negra, rota en tres pedazos. Todo el monumento estaba cubierto con 39
columnas con inscripciones de leyes que abarcan un total de 3.624 líneas. Esas
leyes fueron recopiladas y desplegadas públicamente en esa columna de piedra
por orden de Hammurabi, rey amorreo del imperio babilonio durante el siglo
XVIII AC, en la época de los patriarcas.
El código de leyes de Hammurabi revela que Mesopotamia poseía
algunos códigos similares aun antes del tiempo de Moisés, leyes que en última
instancia procedían del legislador divino, aunque se habían degenerado.
El
código de Hammurabi también reveló que la forma de vida reflejada en los
relatos patriarcales de la Biblia concuerda en muchos detalles con las
condiciones existentes en el antiguo Cercano Oriente durante el período de los
patriarcas.
1)
Las
excavaciones en Mari
Mari es conocida actualmente como Tell Hariri, y se localiza
justo aguas debajo de la confluencia del río Éufrates con el rio Habur (Siria).
Las excavaciones de Mari se han iniciado en 1933. Fue descubierto un gran
palacio del tiempo de Hammurabi (siglo XVIII a.C.), y se descubrió un archivo
de muchos miles de tablillas con inscripciones cuneiformes. Esos documentos son de un tiempo cuando la
ciudad de Mari estaba en manos de los amorreos, que usaban la escritura y el
idioma de Babilonia para su correspondencia y documentos.
Mari ha sido excavada cada año desde 1933 (excepto entre
1939-1951). Las excavaciones las hicieron los arqueólogos franceses de Louvre,
Paris. Menos de la mitad de los 1000 por 600 metros de área de Mari habían sido
desenterrados hasta el 2005.
Los textos de Mari, de los que existen ya varios tomos, han
revolucionado nuestro conocimiento de la historia del Cercano Oriente durante
la era patriarcal. Bien preservadas las tablillas encontradas se refieren a una
amplia variedad de temas, como la administración del palacio, la administración
provincial, harenes, gastos, registros de regalos, obras literarias, cartas y
tratados. Los descubrimientos de Mari también ayudan a conocer la cultura y las
costumbres de Oriente Próximo de aquella época.
Combinada toda esta información proporciona un cuadro de la vida en el Norte
de Mesopotamia en el período 2000–1500 a.C., y ofrecen un conjunto de
información con el cual podemos estudiar las costumbres patriarcales. Es evidente
que los documentos de los sg. XV (por
ejemplo Nuzi) nos llevan más allá de lo que se piensa que era la época
patriarcal, de modo que debemos utilizarlos con mucha precaución. Se sabe que las
costumbres cambian a lo largo de los años, pero que a menudo reflejan prácticas
más antiguas. Por esto no sería imposible encontrar datos valiosos sobre la
vida familiar del sg. XIX a.C. leyendo documentos del sg. XV a.C.
III.
Costumbres de la vida familiar de la
época de los patriarcas
En este capítulo se va a considerar las posibles comparaciones o paralelos entre las costumbres de
la vida familiar descubiertos en antiguos documentos del Cercano Oriente con las
que se narran en el libro de Génesis.
1)
Esposa
estéril da su sierva al esposo
La Biblia dice de Sara que en su preocupación por ser madre,
dio a su sierva egipcia, Agar, a su esposo, para que tuviera hijos por medio de
ella (Gén 16: 1-4). La misma extraña costumbre se repitió en el caso de Raquel,
una de las esposas de Jacob. Ella se creía ser estéril, y por eso dio su sierva
a su esposo Jacob para obtener un hijo por medio de ella. Luego Lea, la hermana
de Raquel, siguió su ejemplo. (Gén 30: 1-13)
El Código
de Hammurabi contiene algunas leyes que tienen
que ver con esta costumbre. Se decreta aquí que si una esposa es estéril, y da
su joven sierva a su esposo para obtener un hijo por medio de ella, al esposo
no le está permitido casarse con otra mujer.
Algunos contratos matrimoniales de Nuzi obligaban a
la esposa, si no tenía hijos, a proporcionar una sustituía a su marido. Hay un
contrato matrimonial entre un hombre llamado Shennima y su prometida
Kelim-ninu, que sirve de ejemplo. En este contrato puede leerse el siguiente
párrafo:
“Si Kelim-ninu tiene (hijos),
Shennima no tomará otra esposa; pero si Kelim-ninu no lleva (hijos), Kelim-ninu
adquirirá una mujer de la tierra de Lullu como esposa para Shennima, y Kelim-ninu
no podrá echar a los hijos”.[6]
2)
La práctica de adoptar un heredero.
El temor de Abraham (Gén 15: 2, 3)
de que su esclavo Eliecer llegara a ser su heredero, se entiende a la luz de la
adopción de un esclavo, tal como se practicaba en Nuzi. Una de las tablillas de
Nuzi es un contrato que comienza nombrando a las partes de una adopción “la tablilla de adopción de Nashwi hijo de
Arsheni, él adopto a Wullu…”[7]
Los matrimonios sin hijos podían
adoptar un hijo, que les debía servir durante toda su vida y heredarles a su
muerte. Pero si nacía un hijo natural, el adoptado tenía que devolver el
derecho de herencia.[8]
3) Esposa
como hermana
Algunas tablillas de
Nuzi califican por ejemplo, a la esposa como “hermana”, lo cual nos hace pensar
en Abraham que presenta a su mujer como “hermana” (Gen 12:13: 20:2)[9]
4)
Despedir a una esposa esclava
Tanto la ley de Nuzi como El
Código de Hammurabi nos ayudan a entender por qué Abraham tenía dificultades
para despedir a Agar, la sierva de su señora, después que ésta dio a luz a Ismael,
aunque Agar se tornó orgullosa con su ama. De acuerdo con el Código de
Hammurabi, tal mujer podía ser castigada y tratada
como cualquier esclava ordinaria, pero no podía ser despedida de la casa de su
señor. Por esta razón se hizo necesario un mandato específico de Dios para que
Abraham accediera a los deseos de su mujer y actuara contra las costumbres
legales de su tiempo.
5)
Derechos de la herencia
El Código de Hammurabi se refiere
detalladamente a los derechos de herencia. Únicamente el hijo de la primera
esposa heredaba automáticamente la propiedad de su difunto padre. Los hijos
habidos con una esclava joven llegaban a ser herederos únicamente si eran legales
y explícitamente adoptados. Como Ismael fue despedido por Abraham,
y no adoptado, no podía ser uno de los herederos de Abraham.
6)
Una sierva como regalo de bodas
Es muy interesante leer
en el contrato matrimonial de Shennima e
Kelim-ninu, que se presentó anteriormente que la novia recibió
de sus padres, como regalo de bodas una sierva llamada Yalampa, regalo incluido
en el documento matrimonial. Esto nos recuerda que cada una de las dos esposas
de Jacob, Lea y Raquel, recibieron una sierva de sus padres como parte de su
dote matrimonial. (Gén 29: 24, 29).
7)
Escoger la novia para el hijo.
(Génesis 24: 2-4; 28: 1, 2).
Los textos de Nuzi, así
como el Código de Hammurabi, revelan que era costumbre que cada padre escogiera
novia para su hijo.
8)
Pagando una dote a los padres de
la novia
Debía pagarse una dote
a los padres por su hija, futura novia. La Biblia dice que el servo de Abraham
dio regalos a la familia de Rebeca antes de traerla al hijo de su amo. (Gen
24:53) Pero si un hombre era demasiado pobre para pagar una dote, tenía que
trabajar para su futuro suegro. Esta fue la experiencia de Jacob, quien tuvo
que trabajar para Labán a fin de obtener sus esposas. (Gén 29).
9)
Heredando los dioses domésticos
Las excavaciones
efectuadas en el Cercano Oriente han permitido descubrir un gran número de
ídolos domésticos, hechos de madera, arcilla y metales preciosos. Algunas
representan dioses masculinos, pero la mayoría son figurillas de deidades
femeninas de 5 a 7,5 cm de largo. En la tierra de Babilonia de donde
originalmente llegó Abraham, había adoración familiar a dioses del hogar, que
se llamaban “terafin". Estos dioses familiares servían como ángeles
guardianes en el hogar. A la muerte del padre, estos dioses del hogar, o
terafín, siempre se dejaban al hijo mayor.[10]
Si un hombre tenía
únicamente una hija, pero no hijo varón, en este caso podía adoptar a su yerno
y redactar un documento en el cual indicaba que, después de su muerte, su hijo
adoptado, que también era su yerno, se constituiría en su único heredero
Si después de su adopción, su suegro
engendraba hijo o hijos, el hijo adoptado tenía que compartir en partes iguales
la herencia con sus "hermanos". Sin embargo, los dioses domésticos
llegaban a pertenecer a su hijo adoptivo únicamente si no existían hijos
legítimos cuando moría su suegro; de lo contrario, eran adquiridos por su hijo
o sus hijos verdaderos.
La Biblia dice que
Raquel hurtó los dioses de su padre a los cuales no tenía derecho, pues Labán
tenía hijos (que eran los únicos herederos de sus dioses, como lo indican
claramente los textos procedentes de Nuzi). Por lo tanto, ella cometió un
crimen grave de acuerdo al Código de Hammurabi, que prescribía la pena de
muerte para tales faltas. [11]
Sir Charles Leonardo Woolley, quien tuvo a su cargo las
excavaciones en Ur de los Caldeos encontró un ladrillo que revela una ley que
arroja luz sobre el robo de Raquel. El Dr. Woolley dice que en la ley se afirma
"La posesión de estos dioses del
hogar confiere el privilegio de primogenitura"[12].
Así Raquel debe haber hurtado el derecho de su hermano cuando se llevó el terafín
de su padre, y buscaba a través de este medio que Jacob fuera el heredero legal
de la riqueza de Labán.
10) Cobrando del pastor lo arrebatado
por las fieras o los ladrones
Jacob tenía una base
legal de queja contra Labán por cobrarle la pérdida de los animales arrebatados
por las fieras o los ladrones. Las leyes de ese tiempo eran bien claras en
cuanto a esto. Un pastor tenía que pagar únicamente las pérdidas que resultaran
de su negligencia (Código de Hammurabi,
sec. 267). Se conocen varios casos legales de este período, los cuales se
refieren a pastores que habían causado pérdidas entre los rebaños de sus amos,
y por lo tanto fueron sometidos a juicio.
11) Vender el derecho de la
progenitura.
También
en las tablillas de Nuzi puede encontrarse un interesantísimo paralelo con la
historia de la venta de la primogenitura de Esaú a su hermano Jacob. (Gén
25:29-34).
Hay en una de las tablillas de
Nuzi un registro de la venta que hizo Tupkitilla a su hermano Kurpazah de sus
derechos de herencia de una arboleda (un bosque) por tres ovejas. De manera que
esta práctica bíblica se desarrolló en un contexto donde no era desconocida.
12) Matrimonio por levirato
Muy
extraño parece la actuación de Judas con su yerna Tamar (Gen 38). Sin embargo
se ha descubierto que los hititas y los asirios también practicaban el
matrimonio por levirato. Los textos de Nuzi también presentan semejanzas con la
institución del matrimonio leviratico.
Conclusión
Los eruditos interpretan de manera diferente el material extrabiblico que
supuestamente presenta ciertas costumbres de la era patriarcal. En el pasado escritores
como C. H. Gordon y E. A. Speiser defendieron vigorosamente el punto de vista de
que los documentos de Nuzi ofrecían una rica fuente para establecer paralelos
con los patriarcas.
Sin embargo otros autores como Lasor aconsejan ser más prudentes a la
hora de hacer paralelos entre el material extrabiblico y las narraciones de Génesis.
Él cree que debe abandonarse la conexión especial trazada entre los
relatos patriarcales y un trasfondo socio-jurídico hurrita específico basado en
los textos de Nuzi.
Las prácticas de Nuzi empleadas en la
comparación se tomaron de una media docena de un total aproximado de
trescientos textos de leyes familiares hallados en el lugar, de manera que no
resultan representativas ni siquiera de la sociedad de Nuzi. No obstante, se ha
confirmado una cantidad suficiente de paralelos válidos entre los usos patriarcales
y los del antiguo Cercano Oriente que comprueban que los relatos patriarcales
reflejan con precisión el contexto histórico y social en el que los sitúa la
Biblia.[13]
Los
descubrimientos arqueológicos del segundo milenio a.C. en el Cercano Oriente
nos dan suficientes indicios de que las narraciones patriarcales de la Biblia
cuadran muy bien con las costumbres de la sociedad a la que pertenecían o se
originaban los patriarcas. En cualquier caso lo mejor, por el momento, es quedar a la espera de
mayores elementos testimoniales que puedan aportar las diversas fuentes,
incluso más descubrimientos arqueológicos. Un mayor grado de investigación
podría permitir a los estudiosos sintetizar con mayor precisión el material
bíblico y no bíblico.[14]
De toda manera es importante que aceptemos también la idea de que puede no haber un paralelo
evidente y claro entre el material extrabíblico y una determinada costumbre patriarcal,
debido a que se trata de una peculiaridad del grupo patriarcal que es, el
llamado y el encuentro con Dios, Yahvé.
[4] BRIGHT, John. La Historia de Israel. Bilbao: Desclée de Brouwer, 1970, p. 85
[5] Santa Biblia de Estudio
Arqueológica. op. cit., p. 54
[6] T. J. Meek, Ancient Near Eastern
Texts Relating to the Old Testament, p. 220; tomado de http://labibliaylaarqueologia.blogspot.com.es/2007/04/1404-los-derechos-de-herencia.html
[9] Michel Quesnel, Philippe Gruson. La Biblia y su cultura. AT. Editorial Sal
Terrae, Santander 2000, p. 85
[10] RASI, Humbert M. y et al., Comentario Bíblico Adventista del séptimo día; Buenos Aires: ACES,
1992, Tomo I; p. 351
11 T. J. Meek, Ancient Near Eastern
Texts Relating to the Old Testament, p. 166, Law Nº 6. citado por
http://labibliaylaarqueologia.blogspot.com.es/2007/04/1404-los-derechos-de-herencia.html
[13] LASOR Stanford, HUBBARD Allan, BUSH
Frederic. Panorama del Antiguo Testamento. Buenos Aires: Nueva Creación,
1995, p. 104
No hay comentarios:
Publicar un comentario