sábado, 26 de enero de 2013

LAS PARTICULARIDADES SOBRE COMO SE ESCRIBIÓ EL LIBRO DE GÉNESIS

  AUTOR: VITALIE MINDRU


INTRODUCCIÓN
            El libro de Génesis es el primer libro de la Biblia y quizás el más fascinante de todos. En Génesis se nos presenta los comienzos de la humanidad, la creación que hizo Dios, la caída en el pecado y el propósito de Dios para redimir al hombre. La historia y la tradición judía y cristiana siempre atribuyeron la autoría humana de este libro a Moisés.
Sin embargo a partir del final del siglo XVIII, la alta crítica liberal empezó a poner en duda la versión tradicional sobre cómo se escribió y sobre la autoría del libro de Génesis. Atribuyendo el libro a varios autores y a unas fechas más tardías. Hoy en día este debate sigue abierto. Desde luego, la alta crítica liberal presenta dudas no solamente con respecto a Génesis sino también con respecto a toda la Biblia.
Para los cristianos fieles a la Biblia no hay ninguna duda con respecto a la paternidad mosaica del libro de Génesis. Con todo esto es necesario un análisis profundo sobre cómo se escribió el libro, lo que sería provechoso tanto para fundamentar bien nuestra fe como para entender mejor la complexidad de este libro.
El objetivo de este trabajo de investigación es escudriñar y procurar de comprender a la luz de las Sagradas Escrituras y de la historia como se escribió el libro bíblico de Génesis. En concreto vamos a intentar a contestar a unas preguntas claves:
a)      ¿Cómo fue inspirado el autor? ¿Qué clase de inspiración encontramos aquí?
b)      ¿Había acaso material anterior que le sirvió para escribir?
c)      ¿Hay en Génesis adiciones posteriores a Moisés?
d)     ¿Qué forma de escribir uso el autor al presentar los relatos?
No es mi intención de juzgar de una manera crítica la Biblia, sino más bien es de procurar de entender mejor con la ayuda del Espíritu Santo como fue inspirado el autor del libro y de esta manera procurar de entender la complexidad que encontramos en Génesis. Como creyentes debemos saber bien ¿porque creemos en la Biblia? ¿Porque creemos que este libro viene de Dios aunque fue dado a través de unos instrumentos humanos?
Estamos viviendo en un tiempo cuando hay tantos ataques contra la Biblia incluso por parte de “teólogos cristianos” para descreditarla. Por esto somos llamados a defender este libro creyendo y sometiéndonos a sus preceptos. Este trabajo de investigación se propone en cierta medida a contestar a las teorías erróneas sobre la inspiración y sobre cómo se escribió el libro Génesis.


I.  POSICIONES DIFERENTES SOBRE GENESIS

La composición y la autoría del libro de Génesis han dividido a los estudiosos a lo largo de los últimos doscientos años. Por un lado son los que defienden el punto de vista tradicional o conservador, que aceptan a Moisés como autor del Génesis. Y por otro lado tenemos a los estudiosos que defienden un punto de vista histórico-critico o liberal. Ellos rechazan a Moisés como autor, o por lo menos como autor final, y proponen una hipótesis documental sobre la composición del libro de Génesis. Hay también diferentes opiniones entre los autores liberales. 
A continuación vamos a analizar los argumentos de la alta crítica no solamente en contra del Génesis sino también en contra del Pentateuco en general, que según la tradición le pertenece al mismo autor.

1.1   Las premisas de la alta critica
Desde el final del siglo XVIII los representantes dela alta critica propusieron una teoría basada en las fuentes diferentes para la composición tanto del Génesis como del Pentateuco. Según esta versión el Pentateuco es resultado de unir diferentes documentos  que se escribieron por diferentes autores en un periodo posterior al de Moisés negando de esta manera su autoría. ¿Cómo se llegó a tales conclusiones?
Los autores evangélicos norteamericanos Tremper Longman III y Raymond B. Dillard señalan al físico francés J. Astruc (1684-1766) como uno de los primeros que propuso dos fuentes que según él se utilizaron en la composición de Génesis. La diferencia lo ha hecho sobre la base del empleo de los dos nombres diferentes para Dios, (Elohim y Yahvé).[1] Astruc mismo no rechazo a Moisés como autor del Pentateuco sin embargo dio origen a una teoría especulativa. Y después de él otros autores siguieron el mismo camino, buscando fuentes para explicar la formación del Pentateuco.
Los autores liberales que usan el método histórico-crítico con el tiempo desarrollaron unos criterios para llegar a cuatro fuentes básicas: Yavista (J), Elohista (E), la fuente sacerdotal (P), y deuteronomica (D). Ninguna de estas fuentes según ellos no estuvo directamente asociada con Moisés.
La expresión clásica de la hipótesis documental (de las fuentes) pertenece a J. H. Wellhausen que propone los siguientes argumentos para la composición del Pentateuco:
1. El empleo de nombres divinos diferentes, en particular Yahvé (J) y Elohim E
2. La existencia de dobletes, repetir la misma historia básica (ejemplo; las historias esposa-hermana)
3. Diferencia de estilo, incluyendo el empleo de dos nombres diferentes para designar a la misma persona, tribu o lugar (Reuel/Jetro; Horeb/Sinaí; Jacob/Israel; Ismaelitas/Madianitas).
4. Diferentes teologías. Por ejemplo la fuente J describe antropomórfico a Dios; la fuente D presenta una forma de retribución teológica; P está llena de preocupaciones sacerdotales.
Estas y otras diferencias según Wellhausen son pruebas de varios autores y de varios documentos para la composición del Pentateuco. Teniendo en cuenta estos diferentes documentos Wellhausen habla de la progresión en la teología de Israel. En los siguientes capítulos se presentan otros detalles con respecto a la teoría documental.
Para el cristiano que cree en la inspiración divina de la Palabra de Dios, estas conclusiones son inaceptables dado que excluye cualquier intervención sobrenatural y le quita a la Biblia la autoridad que ella tiene. Sin embargo para desmontar esta teoría hace falta argumentos bíblicos sólidos, y Biblia las tiene.

1.2  El punto de vista tradicional
La tradición judía y cristiana cita a Moisés como el autor del Génesis y del Pentateuco; la misma opinión comparte Filón, Josefo, la Misná, el Talmud, los primeros padres de la iglesia. Aunque no lo menciona directamente como autor, en Pentateuco encontramos referencias de la actividad escritora de Moisés. Por ejemplo en: (Éxodo 17: 14; Números 33: 2; Éxodo 24: 4; 34: 27; Deuteronomio 31: 22, 32).
Algunos libros del Antiguo Testamento hacen referencias a un libro de la ley asociado a Moisés (Josué 1: 7,8; 2Cronicas 25:4; 2Reyes 22: 8; Esdras 6: 18; Nehemías 13. 1; Daniel 9: 11). También Jesús y sus discípulos relacionan la Tora con Moisés (Mateo 19: 7; 22: 24; Marcos 7: 10; 12: 26; Juan 1: 17; 5: 46; 7: 23).
Estas y otras evidencias muestran claramente que Moisés es reconocido como autor del Pentateuco y por supuesto del Génesis. Aunque se admite por parte de los estudiosos conservadores que hay ciertos pasajes en Pentateuco que se agregaron después de Moisés como por ejemplo el relato de la muerte de Moisés o la afirmación de que Moisés era el hombre más humilde del mundo que no la podía escribir el y algunas más a los cuales nos vamos a referir en otro capítulo. Al mismo tiempo los estudiosos fieles a la Biblia admiten que Moisés ha utilizado algunos documentos, fuentes orales o escritos en la composición de la Tora. Aunque el texto del Génesis no nos ofrece indicios de forma explícita para poder argumentar bien esta posición.
En este sentido Gleason Archer avanza la siguiente hipótesis:
“Aunque los materiales que utilizó el autor para la composición de este libro se remontaban, sin duda alguna, a cinco o síes siglos antes de su época, ya que eran anteriores a la migración de Jacob a Egipto, con todo Moisés parece haber actuado como un compilador e interprete, guiado por el Espíritu, del material preexistente que había llegado a sus manos de sus antepasados en forma oral o escrita”.[2]

II.  LA COMPLEJIDAD DEL LIBRO GÉNESIS
Desde el principio analizando el texto de Génesis hay que reconocer que tenemos que ver con un texto de gran complejidad. El estudiante que intenta comprenderlo sin la ayuda del Espíritu Santo acabara adoptando conclusiones erróneas. La Biblia no es simplemente una palabra humana sino es también la Palabra de Dios y solamente el Espíritu Santo nos puede ayudar en la lectura y en la interpretación correcta de ella.
Sin embargo ¿cuáles son las complejidades que encontramos en Génesis y que de alguna manera nos dificulta a entender la inspiración y la composición del libro?
1. En primer lugar a la primera vista se observa una discontinuidad entre varios pasajes. En Génesis 1:1-2:4 tenemos un relato que se acaba, después entre 2:4-4:26, Génesis nos presenta otro relato. Y entre estos dos relatos parece que hay una discontinuidad. Luego desde Génesis 5:1 tenemos otro relato que rompe la continuidad con el precedente, es decir 4:26. También entre Génesis 19:38 y 20:1  hay otra aparente discontinuidad.
2. El uso alternativo de los nombres divinos de Yahvé (Señor) y Elohim (Dios). En Génesis hay capítulos o secciones que usa de forma exclusiva o predominante uno de los dos nombres. Por ejemplo el capítulo 1, usa el nombre Elohim, pero desde el capítulo 2 en adelante aparece más Yahvé.
3. Encontramos también material casi idéntico que se repite. Para algunos es una muestra que apoya la teoría de fuentes documentales. Aunque la explicación puede ser mucha más sencilla. Por ejemplo los dos relatos sobre esposa-hermana de Abraham en (Genesis 12:20) y Isaac (Genesis 26:6-11). También el nombre Beerseba (Pozo del juramento) aparece en la alianza ente Abraham y Abimelec (Gennesis 21:22-31) y Isaac y Abimelec (26:26-33). En Génesis 28:19 Jacob cambia el nombre de la ciudad Luz en Betel cuando caminó hacia Padan-aram, pero en 35:15 se nos dice que él pone el nombre Betel cuando él regreso de Padan-aram.
4. Como ya hemos mencionado en Génesis y no solamente aquí sino en todos los libros de Moisés encontramos algunos pasajes que presentan indicios de una época posterior a la de Moisés. Unos quizás exageran con respecto a esto. Pero sin embargo algunos son evidentes. En Génesis 12:6; 13:7, se dice: ”el cananeo estaba entonces en la tierra”, cuando todavía la tierra no pertenecía a los israelitas.
Génesis 14:14, señala que Abraham persiguió a los captores de Lot hasta Dan pero este lugar no se llamó así hasta que los danitas lo conquistaron después de que se escribiera el libro. En Génesis 36:31 tenemos una lista de reyes edomitas “antes de que reinase rey sobre los hijos de Israel”. Esta explicación parece que se añade cuando ya había rey en Israel. También en Deuteronomio 1:1 se habla de los discursos de Moisés “al otro lado del Jordán”, lo que hace pensar en un escritor distinto de Moisés, que viviera al otro lado del Jordán, un rio nunca cruzado por Moisés. Todos estos pasajes y algunos más con toda probabilidad fueron añadidas después de Moisés.
A pesar de que en Génesis encontramos algunas dificultades al mismo tiempo no podemos no ver la unidad que hay en ella. Una unidad que habla a favor del origen divino del libro. Por esto hoy, hay muchos eruditos que cambian de visión y que se concentran más en analizar el texto. Porque lo que es más importante para nosotros, es captar lo que Dios nos quiere transmitir a través del texto.
El hecho de que la narración presenta para nosotros cierta dificultad no significa, como vamos a ver que no es obra de un autor, en este caso Moisés guiado por el Espíritu Santo.

            2.1 Un análisis sobre las fuentes
William Sanford Lasor afirma que la “teoría documental”, ha nacido como un intento de comprender y explicar las consecuencias de las complejidades literarias. Y que es una hipótesis que se propone a diferenciar las diversas “fuentes” subyacentes al texto actual del Pentateuco. La teoría documental identifica cuatro documentos principales como fuentes subyacentes al texto. Estas fuentes distintas son:
1.      La narración yahivista (Jahweh)
2.      La narración elohista (E)
3.      El documento deoteronomista (D)
4.      El documento sacerdotal (P) [3]
Según los autores que siguen la teoría documental, estos cuatro documentos básicos han sido escritos por diferentes autores entre el siglo X y el siglo IV AC, y han sido unidos para forman lo que hoy llamamos el Pentateuco. Otros piensan que estos documentos han sido escritos en el periodo exilio y post exilio.
            2.2 Uno o varios autores del libro
Si admitimos la teoría documental tenemos que admitir que Moisés no es el autor del Génesis o del Pentateuco o por lo menos no es el único autor. Por ejemplo Dr. Harper dice que Moisés era un hombre demasiado activo para dejar algún trabajo literario.[4] Este argumento aunque un poco infantil carece de solidez.
La Biblia nos dice que: “Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios…” (Hechos 7:22). También Dios le ordena que registre ciertos eventos históricos (Éxodo 17:14; Números 33:2) y leyes (Éxodo 24:4; 34:27), y un cantico (Deuteronomio 31:22, Deuteronomio 32). Como ya hemos mencionado tenemos una larga tradición que señala a Moisés como el autor del Pentateuco. No cabe duda de que el tenia y aptitudes y tiempo necesario para escribir. Los historiadores son unánimes de que a este tiempo la escritura ya se conocía bien.
Elena White en su libro Patriarcas y los Profetas dice que, cuando se encontraba en Medían, Moisés “….  bajo la inspiración del Espíritu Santo, escribió el libro de Génesis”.[5]
E. F. Sutcliffe un erudito católico comentando sobre cómo se escribió el libro de Génesis y sobre su autor dice:
 “Lo que cuenta en Génesis paso en tiempos muy anteriores al suyo (al Moisés), de modo que solo pudo aprenderlo en fuentes orales o escritas; Cuando no se conoce la escritura o es muy raro su uso, el poder de la memoria humana es tal, que a la fuerza debe parecernos prodigioso, y no hay en esta palabra exageración. Basta recordar la transmisión de Vedas y de los poemas homéricos. Hay indicaciones de esta transmisión oral en Éxodo 13:14. Además, no es solamente el Génesis una obra relativamente corta, sino que su contenido consiste en su mayor parte en relatos, contados de una manera tan viva, que fácilmente se graban aun en las memorias más débiles. Debido a la repetición constante, tomarían fácilmente estos relatos una forma relativamente fija, que transmitiría, en las tiendas de Abraham, Isaac, y Jacob, de generaciones en generaciones.”[6]
El mismo autor añade:
“El Pentateuco mismo encierra pruebas internas de que fue compuesto en la época y bajo las condiciones que exige la autenticidad mosaica. La evidencia de estas pruebas se desprende del testimonio de los textos examinados. Nos ofrece también el Pentateuco algunos textos que, tomados por separados, indicarían un tiempo más recenté. Sin embargo, considerados a la luz del conjunto, tales textos solo demuestran la presencia de adiciones y modificaciones tardías.”[7]  
El autor protestante Henry H. Halley en su Manual Bíblico, hace el siguiente comentario:
“La tradición hebraica y cristiana dice que Moisés bajo la dirección de Dios compuso el libro de Génesis basándose en documentos que existía antes de él. El libro cuenta eventos que acaban con trescientos años antes de Moisés. Así que el recibió estas informaciones por revelación de Dios o por documentos históricos de sus antepasados”. [8]
Otro argumento a favor de Moisés como autor del Génesis es El libro de Éxodo. El autor de Éxodo debe haber sido el autor del Génesis, porque es una continuación del primero y manifestó el mismo espíritu e intención.
Un análisis interesante sobre pruebas internas de la autenticidad mosaica del Pentateuco lo hace el autor protestante  Gleason L. Archer. Presentamos algunas de sus conclusiones.
1.  El autor del Génesis y del Éxodo demuestra estar totalmente familiarizado con Egipto. Con nombres egipcios como On, Hepolipolis, Pitom, Potifera, Asenat, Moisés que puede ser una forma reducida de Tutmosis. También el autor utiliza un mayor porcentaje de nombres egipcios que en ninguna otra parte del Antiguo Testamento.
2. Por otro lado el autor del Pentateuco demuestra un punto de vista constantemente extranjero en lo que a Canaán se refiere. Las estación y el clima, según la narración no son palestinos sino egipcios. También la fauna y la flora que se mencionan en el relato son egipcias o sinaíticas. Por ejemplo la acacia es un árbol autóctono de Egipto y de la Península Sinaí, pero no de la Palestina. En las listas de los animales impuros hay algunos que son propios del Sinaí y no de Palestina. También en Génesis 23:2 se hace referencia a Hebrón por su nombre pre israelita de Quiriat-arba, y el autor relata a su público lector en Números 13:22 que su fundación se remonta a siete años antes de Zoan en Egipto (localidad con la cual, al parecer estaban perfectamente familiarizados).
3. La atmosfera en Éxodo y Números es la del desierto y no de la un pueblo agrícola asentado en las posesiones de sus antepasados durante casi mil años según la teoría de (Welhausen). El tremiendo hincapié que se hace sobre un tabernáculo o enorme tienda como sitio de adoración está totalmente fuera del lugar para autores que hubieran vivido siglos después de haberse construido el tiemplo de Solomon. Y este tabernáculo está perfectamente apropiado para un pueblo nómada. El material de que se construía, su ubicación en el medio del campamiento, un macho cabrío que era enviado al desierto. Y muchas otras detallas que apuntan a una vida en el desierto.
4. Hay también en el Génesis referencias a costumbres que son demostrables para el segundo milenio pero que no continuaron durante el primer milenio. Los documentos descubiertos en Nuzi hacen referencias a costumbres como: engendrar hijos legítimos con las siervas (como en el caso de Abraham); la validez de un testimonio oral, dado en el lecho de muerte (como en caso de Isaac); la posesión de teraphim o ídolos familiares para reclamar derechos de herencia (como el caso de Raquel que robo los teraphim de su padre Laban).
La conclusión de Archer es de que “hay una remarcable unidad de orden en todo el Pentateuco, hecho que supone un redactor. A la luz de todo lo que se ha dicho el hecho de que podría ser otro autor muchos siglos después es casi imposible”. [9]
Como hemos dicho Moisés tenía todo el tiempo y la tranquilidad necesaria para componer el Tora. El venia de una cultura en la cual el arte de escribir era ampliamente difundida (según los recientes descubrimientos arqueológicos) y poseía un conocimiento cabal para esta obra. Así que hace falta mucho más fe para creer en una teoría documental en vez de aceptar el simple hecho de que Moisés guiado por el Espíritu Santo escribió el Pentateuco. 
            2.3 La respuesta al alta critica
El Comentario Bíblico Adventista (CBA) también nos presenta algunos argumentos en contra de la teoría documental, diciendo:
1. Los nombres de Dios se usan más o menos indiscriminadamente e través de toda la Biblia hebrea. El empleo de múltiples nombres para un dios en un solo texto es razonablemente común en textos extra bíblicos del Próximo Oriente. Ya hemos señalado presencia de dobletes, historias similares o casi similares en la presentación de Génesis. Estudios recientes sobre estilos literarios semitas sugieren que tales repeticiones se utilizaban a propósito en la literatura para conseguir un cierto efecto.
2. Las repeticiones frecuentemente halladas en los relatos no son una indicación segura de que haya diferentes fuentes para una obra literaria. Los defensores de la unidad de los libros mosaicos han demostrado, mediante muchos ejemplos no bíblicos, que repeticiones similares se encuentran en varias obras antiguas de uno y el mismo autor, así como en obras modernas.
3.      El autor de Génesis estuvo bien informado en cuanto a los tiempos que describe.
4. Los nombres de los lugares han sido modernizados en ciertos casos por los copistas para que sus lectores pudieran seguir el relato.
5. El hecho de que los babilonios y otros pueblos tuvieran tradiciones comunes, similares con lo que tenemos en Génesis se explica por un origen común de ambos registros.[10]
El autor Gleason Archer en su libro Reseña crítica de una introducción al Antiguo Testamento, nos da otros argumentos bíblicos, históricos y arqueológicos de que muestran que la teoría documental es insostenible.
1)      Las variantes entre Yahveh y Elohim
Los autores liberales como dividieron el texto en porciones pensando y buscando fuentes para cada porción. Y uno de los criterios para dividir es el uso de los nombres divinos Yahveh (J), y Elohim (E). Es decir un autor uso el nombre Yahveh y otro el de  Elohim.
La superficialidad de este argumento está en el hecho de que encontramos en la Biblia en el mismo pasaje o versículo los dos nombres de la divinidad J y E.  Por ejemplo en Génesis 2:4 se dice: “Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra el día que Jehová Elohim hizo la tierra y los cielos”. Aquí tenemos los dos nombres de la divinidad y los críticos dividen el versículo en dos atribuyendo primera parte a J y la segunda a P para que no figure el nombre equivocado y así se ponga en aprietos la teoría. En Génesis 21:1 y 2: “Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e hizo Jehová con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que Elohim le había dicho”. Otra muestra de que la división en fuentes así, rompe la unidad del relato lo que sería insensato. Sin embargo algunos autores lo hacen. En Génesis 3:1-5, donde la serpiente se refiere a Dios con el nombre Elohim, es en un pasaje donde aparece con el nombre Yahveh.  También en Génesis 30:23,24, de Raquel se dice: ”Y concibió y dio a luz un hijo, y dijo: Elohim ha quitado mi ofrenda; y llamo su nombre José (Yosep), diciendo. Añádame (yosep) Jehová otro hijo.” Resulta obvio que este versículo es una sola unidad. Sin embargo ellos lo dividen; primera parte para E y segunda para J. Hay numerosas otras evidencias que hace imposible o ilógico cortar el texto y dividirlo en fuentes independientes.
2)      Supuestos relatos paralelos
El primero es el capítulo 1 y 2 del Génesis, donde hay dos supuestos relatos de la creación. Génesis 1 (P), que viene de tiempos del exilio, y Génesis 2 (J) que viene del siglo IX  AC. Aquí algunos ven dos relatos paralelos separados por (toledot) “estos son los orígenes  de los cielos y de la tierra…” Pero como se puede ver, el capítulo 2 no es un relato de la creación. Aquí el autor se enfoca sobre la creación de Adán y Eva no ofreciendo más detalles que la simple afirmación del capítulo 1. Un análisis serio nos da dos relatos complementarios y de ninguna manera dos relatos incompatibles.
El relato del diluvio es otra muestra de un intento fracasado de disección arbitraria. Por ejemplo dos ejemplares de todas las especies que se atribuyen a fuente (P) y los siete de todas las especies limpias que se les atribuye a (J). El relato del diluvio simplemente tiene algunas repeticiones normales para el estilo hebreo. Los datos que nos ofrece el texto son reconciliables.
Otro ejemplo es el relato que habla de secuestro de José y su traslado a Egipto que lo dividen en dos; el relato (J), fueron los ismaelitas quienes lo compraron (Gn. 37:25). Y el relato (E) que fueron los madianitas (Gn. 37:28). Pero aquí la explicación es más sencilla. Se sabe que los madianitas eran una subtribu de los ismaelitas. En Jueces 8:24 respecto a los reyes madianitas Zeba y Zalmuna se dice que eran ismaelitas.
Los relatos paralelos de Abraham y Isaac. Ellos están diciendo que sus esposas son sus hermanas al rey Abimelec. La crítica ve aquí dos versiones de la misma tradición. ¿Porque no podría ser dos episodios diferentes? ¿Acaso los hijos no repiten los errores de sus `padres? El hecho de que el padre y el hijo o incluso el nieto tienen el mismo nombre no es nada especial. Abimelec I, Abimelec II, como hay en Egipto Amenemhat I, II, III, IV. Así que las supuestas disconcordancias tienen su explicación.
Otro argumento a favor de Moisés y en contra de la teoría documental es el uso significativo del vocablo toledot (orígenes, generaciones, descendentes) al iniciar la mayor parte de las principales secciones del libro. En Génesis 2:4; 5:1; 10:1; 11:10; 11:27; 25:12; 36:1. Por lo general lo que sigue a toledot es una lista genealógica. La única excepción es en 2:4: “Estos son los origines de los cielos y de la tierra cando fueron creados”. En este caso el toledot sirve para introducción al relato de Adán y Eva en el huerto del Edén, quien figura en el resto de la Génesis 2.
La práctica de empezar así la introducción de una lista genealógica, toledot difícilmente se podía atribuir a varios autores. Además hay la técnica interesante del autor de Génesis de tratar con linajes genealógicas que no pertenecen al linaje escogido. La genealogía de Caín figura antes que la de Set; la de Jafet y Cam antes que la de Sem (aunque Cam era el menor de los tres hermanos); La genealogía de Lot e Ismael figuran antes que la de Isaac, los descendentes de Esau figuran antes que la de Jacob. Y como señala Archer el motivo del autor en cada caso, parece ser el de informar más brevemente acerca de las ramas no escogidas del linaje humano, antes de encarar  en serio las genealogías de los patriarcas que tenían una genuina fe en Jehová. Tal tratamiento sistemático difícilmente concuerda con una teoría de fuentes, heterogénea y torpemente combinadas, sostenida por la tesis de Welhausen.[11] 

La inconsistencia del método documental como un método científico
Como señalan Tremper Longman III y Raymond Dillard el método de las fuentes o documental ha fracasado en varios puntos. Primero en no lograr consenso sobre las fuentes. Esto se manifestó en división en estrados de fuentes en niveles múltiples. Otro colapso es la duda ampliamente manifestada de que E hubiera sido alguna vez una fuente independiente. Desacuerdos hay también en asignar fechas a las fuentes. J se ha fichado en el periodo de Solomon por parte de von Rad, en tanto que Schmitt defendería el siglo séptimo, y van Seters ha defendido recientemente una fecha exilia. Aunque la mayor parte de los estudiosos creen que P es post-exilia, Haran ha defendido que debe asociarse con reformas de Ezequías en el siglo octavo a.C. Todos estos desacuerdos arrojan dudas en cuanto a la posibilidad de distinguir con claridad las fuentes en la forma final del texto.[12]

III. LA INSPIRACION DEL LIBRO DE GENESIS
            La Biblia es la Palabra inspirada por Dios. Su autor es en primer lugar el Espíritu Santo. (2 Pedro 1:21)  Sin embargo Dios se revelo, inspirando a hombres a transmitir sus mensajes. El Dios Creador es al mismo tiempo el Dios que se revela. La Palabra es una de las formas que usó Dios para revelarse. Ahora con respecto a la forma que él usó para inspirar hay entre los estudiosos puntos de vista deferentes.
¿Cómo inspiro Dios a sus profetas? ¿Qué clase de inspiración nos presenta la Biblia? En concreto como recibieron los profetas sus mensajes. De una forma automática, siendo una especie de máquina de escribir en manos de Dios. ¿Les dicto Dios a los profetas cada palabra?
La Biblia nos presenta más bien una inspiración dinámica, donde Dios inspira la persona, los pensamientos, las ideas, y los hombres emplean sus propias palabras para transmitir lo que recibieron. Los que adhieran a una teoría verbal de inspiración (cada palabra fue transmitida directamente por Dios) tienen serias dificultades a la hora de armonizar muchos pasajes que indican claramente algunas discrepancias. Más aún que se puede decir con respecto a las traducciones donde ya no son las palabras originales y tampoco son inspiradas así como fueron los profetas. También que podemos decir de los errores que se transmitieron por los copistas, aunque hay evidencias que hicieron las copias con mucho cuidado.
Teniendo en cuenta todo esto y también las evidencias que el mismo texto nos da, no podemos sino admitir que la inspiración que usó el Espíritu Santo ha sido una inspiración dinámica.

3.1  Opiniones diferentes sobre la inspiración
En la literatura teológica se habla en general de dos tipos de inspiración; la inspiración verbal y la inspiración dinámica. También hay algunas derivaciones de estas. ¿Qué podemos decir en concreto del libro de Génesis?
Una lectura atenta del texto así como ya hemos mencionado nos muestra un libro bastante complejo. No hay ninguna duda de que es un libro inspirado por el Espíritu Santo y que Moisés simplemente es el autor humano del libro. No hay nada parecido como Génesis en toda la literatura antigua de cualquier pueblo. Aunque tiene una cierta complejidad su unidad y orden en la presentación son argumentos a favor de su inspiración.
¿Pero cómo escribió Moisés este libro que abarca un periodo de más de dos mil años? (desde creación hasta Moisés según la cronología bíblica son unos dos mil quinientos años). ¿Cómo recibió la información?
Aunque nos gustaría saber más detalles sobre este asunto tenemos que admitir que la providencia no nos descubrió todo. Aunque tenemos evidencias y reconocemos la inspiración de la Biblia, no sabemos explicar exactamente como el profeta era guiado por el Espíritu Santo en la inspiración.
La autora norteamericana Elena White hace algunas declaraciones sobre la inspiración que nos ayuda en cierta medida a entender cómo se escribió Génesis. Ella dice:
 “La Biblia está escrita por hombres inspirados, pero no es la forma del pensamiento y de la expresión de Dios. Es la forma de la humanidad. Dios no está representado como escritor. Con frecuencia los hombres dicen que cierta expresión no parece de Dios. Pero Dios no se ha puesto a sí mismo a prueba en la Biblia por medio de palabras, de lógica, de retórica. La Biblia no nos es dada en un grandioso lenguaje sobrehumano. Jesús tomó la humanidad a fin de llegar hasta el hombre donde éste está. La Biblia debió ser dada en el lenguaje de los hombres. Todo lo que es humano es imperfecto. Diferentes significados se expresan con la misma palabra: no hay una palabra para cada idea distinta. La Biblia fue dada con propósitos prácticos.”[13]
Teniendo en cuenta todo lo que se ha dicho podemos sacar algunas conclusiones.
            1. El libro del Génesis excluye completamente la posibilidad de una inspiración verbal. Es evidente que Moisés emplea sus propias palabras según sus capacidades literarias, su experiencia, y también hay una cierta influencia de la cultura en que él vive. Además de esto los pasajes post-Moisés que hemos mencionado no encajan con la teoría de la inspiración verbal.
2. En segundo lugar podemos admitir con certeza que Moisés dispuso de algún material preexistente a la hora de escribir el Génesis. El argumento a favor de esta teoría es el hecho de que la revelación de Dios no empieza con Moisés sino que viene desde la creación empezando con Adán y con patriarcas antediluvianos.
Por ejemplo el autor bautista Henry H. Halley en su Manual Bíblica dice: “En lo que se refiere a Génesis Moisés parece que utilizo documentos que le venían de generaciones anteriores.”[14]
Elena White también dice que: ”Adán, Set, Enoc, Matusalén, Noé, Sem, en línea ininterrumpida, transmitieron de generación en generación las preciosas revelaciones de su voluntad. El hijo de Taré se convirtió en el heredero de este santo cometido”.[15]
Adán vivió hasta que Matusalén llegó a los 243 años de edad. Matusalén vivió hasta que Sem, hijo de Noé, llegó a los 98 años. Sem vivió 150 años después del nacimiento de Abrahán, y 50 años después del nacimiento de Isaac. Abrahán vivió hasta que Jacob y Esaú tenían 15 años, e Isaac vivió hasta que ellos alcanzaron los 120 años. Así vemos cuán directamente los conocimientos que Dios había enseñado a Adán pudieron comunicarse a sus descendientes. Adán los transmitió a Matusalén, éste se los comunicó a Sem, Sem a Abrahán a Isaac, y estos patriarcas se los comunicaron a Jacob, padre de las tribus de Israel.
Por su parte E. F. Sutcliffe, también se pronuncia a favor de una transmisión oral diciendo que:
 “Las narraciones del Génesis existían mucho antes de Moisés, al menos oralmente. Se transmitiría por recitación oral, siendo este el método normal de transmisión. Dice Albright que esta “cada vez más convencido de que en las narraciones del Pentateuco pulula la fraseología poética y que están salpicadas de reminiscencias de la forma original versificada en la cual fueron transmitidas durante siglos antes de que se escribieran en prosa”.[16]
Tenemos que aceptar el hecho que, desde tiempos remotos la revelación de Dios se transmitía oralmente de padre a hijo. Los conocimientos históricos y arqueológicos de hoy nos presenta esto como una práctica de los pueblos antiguos. Por ejemplo en Génesis 18:19, Dios dice de Abraham: “pues yo sé que mandará a sus hijos, y a su casa después de sí, que guarden el camino de Jehová haciendo justicia y juicio…”
Aunque no sabemos exactamente que material recibió de sus antepasados y que material recibió directamente del Espíritu Santo, sabemos que al final toda la obra es inspirada. Es conocido el hecho de que un escritor bíblico puede recibir información de  otras personas para sus escritos y esto es de acuerdo con el modo diferente de inspiración que usa el Espíritu Santo (por ejemplo los evangelios de Lucas y Marcos).
3. Los libros de Moisés incluyendo y Génesis contienen algunos pasajes  posteriores a Moisés. Ya hemos presentado algunos ejemplos. Estos pasajes o versículos en algunos casos se añadieron después por los copistas para mejorar en algunos casos y para facilitares la lecciones del texto. La pregunta es ¿Influyen estos cambios aunque son pocos, la inspiración divina? De ninguna manera. Estos pasajes no cambiaron de forma radical el texto original, simplemente ayudan a comprender mejor el relato.
Sin embargo lo que más a nosotros nos interesa, es la forma final del texto que llego hasta nosotros ya que esto es lo que Dios nos quiso transmitir. Lo importante para nosotros es el mensaje, el lenguaje que escritor empleó es secundario.
3.2  La veracidad de los relatos históricos
Para los que sostienen el método histórico-critico los relatos históricos de la Biblia son relativos en lo que se refiere a su objetividad. Ellos no ven más que historias mitológicas prestados de otros pueblos antiguos para apoyar un punto de vista sectario; el surgimiento de la religión judaica.
De hecho la alta crítica rechaza cualquier intervención sobrenatural y con esta perspectiva tratan de explicar o interpretar la Palabra de Dios. En concreto el debate es sobre los días de la creación, el diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra y otros eventos. Para los estudiosos que aceptan el método histórico-critico estos eventos no ocurrieron nunca o no ocurrieron en la forma en que los presenta la Biblia. Es decir no podemos tomarlos de forma literal. Como si fuera que Dios quien creo las leyes naturales no tiene poder sobre estas leyes. Así que dado que la premisa de que estos autores parten, es falsa, las conclusiones finales también serán falsas.
Aunque se reconoce que el libro de Génesis tiene en primer lugar un propósito teológico no podemos rechazar la veracidad sobre los acontecimientos históricos. Como señala W. Lasor,
Sería un error considerar que las verdades que se enseñan en Génesis carecen de base objetiva:… la creación de todas las cosas por Dios; intervención especial de Dios en la generación del primer hombre y la primera mujer; la unidad de la raza humana; la bondad prístina del mundo creado, incluida la humanidad; el ingreso del pecado por medio de la desobediencia de la primera pareja y los demás acontecimientos relatados son hechos, y su certeza implica la realidad de los hechos.[17]
Como conclusión hablando de Génesis podemos decir que, aunque no se trata de una historia en un sentido moderno de un informe objetivo por testimonio directo, sin embargo esto no significa que Génesis entraña falsedad histórica.  El autor inspirado por el Espíritu Santo nos transmite empleando sus propias palabras lo que Dios le había revelado o lo que él pudo haber sido recibido de fuentes orales o escritas. En cualquier caso las evidencias indican claramente hacia la inspiración divina del libro.

CONCLUSIÓN
Nuestro propósito ha sido de procurar a entender cómo se escribió este maravilloso libro. Al mismo tiempo hemos tratado las diferentes teorías que intentan de explicar la composición del libro. De todo este trabajo se puede sacar algunas conclusiones claras.
Génesis es un libro inspirado por Dios y que el autor humano es Moisés. Personalmente mi fe en la palabra de Dios se fortaleció. Aunque como cristianos aceptamos por la fe la existencia de Dios, aceptamos por la fe que la Biblia es su palabra inspirada, no significa que no podemos o no es lícito analizar las evidencias y tratar de entender de manera lógica la revelación de Dios. Nuestro Dios quiere que entendamos con nuestra razón, que empleemos nuestra mente en escudriñar su Palabra.
Al mismo tiempo debemos humillarnos y aceptar nuestras limitaciones humanas, y cuando encontramos cosas imposibles de explicar, aceptar por la fe que Dios sabe. En muchos casos la compresión (que es progresiva) ha llegado con el paso de mucho tiempo. Sería más provechoso y útil para el estudiante de la Biblia en concentrarse más en el texto que llego hasta nosotros, en descubrir la belleza del mensaje que es para nuestro bien en vez de perderse en teorías discutibles avanzadas por alta crítica liberal. Que, lamentablemente como bien señala Lasor, proponen un enfoque a los problemas del origen, la fecha y el autor, que conduce a una estimación muy negativa del valor histórico y teológico del Génesis.[18]
Como conclusión analizando los argumentos de los eruditos y de lo que la palabra de Dios nos revela podemos decir con toda certeza que la autoría de Moisés para el Génesis tiene mucho más peso, ofrece más satisfacción intelectual, mental y espiritual que la teoría documental.
Dicho esto simplemente invito a cada persona leer abiertamente, sin perjuicios y con plena confianza el libro de Génesis que es parte de la palabra inspirada de Dios.  



 
BIBLIOGRAFÍA


1)      ARCHER, Gleason. Reseña critica de una introducción al Antiguo Testamento. Grand Rapids: Editorial Portavoz, 2003, pp.563
2)      Biblia.  Reina-Valera 1995. [s.l.] SBU, 2003, pp.846
3)      CARRALI, B. H. El libro de Génesis El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1966, pp. 459  
4)      HALLEY Henry. Manual Biblic Oradea: Door of Hope, 1995, pp. 846
5)      LASOR Stanford, HUBBARD Allan, BUSH Frederic. Panorama del Antiguo Testamento. Buenos Aires: Nueva Creación, 1995, pp. 659
6)      LONGAMAN III Tremper, RAYMOND Dillard. Introducción al Antiguo Testamento Grand Rapids: Libros Desafío, 2006, pp. 602  
7)      ORCHARD, B. et al., Verbum Dei. Comentario a la Sagrada Escritura. Barcelona: Editorial Herder, 1960, pp. 922
8)      RASI, Humbert M. y et al., Comentario Bíblico Adventista del séptimo día; Buenos Aires: ACES, 1992, Tomo I; pp.1164
9)      WHITE, Ellen. Patriarhi si Profeti. Bucarest: Viata si Sanatate, 2006, pp. 764
10)  WHITE, Ellen. Mensajes Selectos, Tomo I, formato digital, pp. 487






[1] LONGAMAN III Tremper, RAYMOND Dillard. Introducción al Antiguo Testamento Grand Rapids: Libros Desafío, 2006, p. 49
[2]ARCHER, Gleason. Reseña critica de una introducción al Antiguo Testamento. Grand Rapids: Portavoz, 2003, p.133
[3] LASOR Stanford, HUBBARD Allan, BUSH Frederic W. Panorama del Antiguo Testamento. Buenos Aires: Nueva Creación, 1995, p. 63
[4] CARRALI, B. H. El libro de Génesis El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1966, p. 52
[5] WHITE, Ellen. Patriarhi si Profeti. Bucarest: Viata si Sanatate, 2006, p.248
[6] ORCHARD, B. et al.  Verbum Dei. Comentario a la Sagrada Escritura. Barcelona: Editorial Herder, 1960, p.423
[7] Ibid.,p.414
[8]HALLEY Henry. Manual Biblic Oradea: Door of Hope, 1995, p.58

[9] ARCHER, Gleason. Op. Cit. p.129
[10]RASI, Humbert M. y et al., Comentario Bíblico Adventista del séptimo día; Buenos Aires: ACES, 1992, Tomo I; p.11


[11] ARCHER, Gleason. Op. Cit. p.129
[12] LONGAMAN III Tremper, RAYMOND Dillard. Op. Cit.  p. 67
[13] WHITE, Ellen. Mensajes Selectos, Tomo I, formato digital, p.24,25
[14] HALLEY Henry. Op. Cit.  p.58
[15] WHITE, Ellen. Patriarcas y profetas,  p.118
[16] ORCHARD, B. et al., Op. Cit. p.429
[17] LASOR Stanford, HUBBARD Allan, BUSH Frederic. Op. Cit. p. 72
[18] Ibid.,p.56

2 comentarios:

  1. Me parece interesante el planteamiento, quizás hay que profundizar algunos puntos.

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  2. Muy buena introducción a la teoria Documental.

    Gracias por compartilo.

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