AUTOR: VITALIE MINDRU
INTRODUCCIÓN
El libro de Génesis es el primer
libro de la Biblia y quizás el más fascinante de todos. En Génesis se nos
presenta los comienzos de la humanidad, la creación que hizo Dios, la caída en
el pecado y el propósito de Dios para redimir al hombre. La historia y la
tradición judía y cristiana siempre atribuyeron la autoría humana de este libro
a Moisés.
Sin embargo a partir
del final del siglo XVIII, la alta crítica liberal empezó a poner en duda la
versión tradicional sobre cómo se escribió y sobre la autoría del libro de
Génesis. Atribuyendo el libro a varios autores y a unas fechas más tardías. Hoy
en día este debate sigue abierto. Desde luego, la alta crítica liberal presenta
dudas no solamente con respecto a Génesis sino también con respecto a toda la
Biblia.
Para los cristianos
fieles a la Biblia no hay ninguna duda con respecto a la paternidad mosaica del
libro de Génesis. Con todo esto es necesario un análisis profundo sobre cómo se
escribió el libro, lo que sería provechoso tanto para fundamentar bien nuestra
fe como para entender mejor la complexidad de este libro.
El objetivo de este trabajo de
investigación es escudriñar y procurar de comprender a la luz de las Sagradas Escrituras
y de la historia como se escribió el libro bíblico de Génesis. En concreto
vamos a intentar a contestar a unas preguntas claves:
a) ¿Cómo
fue inspirado el autor? ¿Qué clase de inspiración encontramos aquí?
b) ¿Había
acaso material anterior que le sirvió para escribir?
c) ¿Hay
en Génesis adiciones posteriores a Moisés?
d) ¿Qué
forma de escribir uso el autor al presentar los relatos?
No es mi intención de
juzgar de una manera crítica la Biblia, sino más bien es de procurar de
entender mejor con la ayuda del Espíritu Santo como fue inspirado el autor del
libro y de esta manera procurar de entender la complexidad que encontramos en
Génesis. Como creyentes debemos saber bien ¿porque creemos en la Biblia?
¿Porque creemos que este libro viene de Dios aunque fue dado a través de unos
instrumentos humanos?
Estamos viviendo en un
tiempo cuando hay tantos ataques contra la Biblia incluso por parte de
“teólogos cristianos” para descreditarla. Por esto somos llamados a defender
este libro creyendo y sometiéndonos a sus preceptos. Este trabajo de
investigación se propone en cierta medida a contestar a las teorías erróneas
sobre la inspiración y sobre cómo se escribió el libro Génesis.
I.
POSICIONES DIFERENTES SOBRE GENESIS
La composición y la autoría del libro de Génesis han
dividido a los estudiosos a lo largo de los últimos doscientos años. Por un
lado son los que defienden el punto de vista tradicional o conservador, que
aceptan a Moisés como autor del Génesis. Y por otro lado tenemos a los
estudiosos que defienden un punto de vista histórico-critico o liberal. Ellos
rechazan a Moisés como autor, o por lo menos como autor final, y proponen una
hipótesis documental sobre la composición del libro de Génesis. Hay también
diferentes opiniones entre los autores liberales.
A
continuación vamos a analizar los argumentos de la alta crítica no solamente en
contra del Génesis sino también en contra del Pentateuco en general, que según
la tradición le pertenece al mismo autor.
1.1 Las premisas de la alta critica
Desde el final del
siglo XVIII los representantes dela alta critica propusieron una teoría basada
en las fuentes diferentes para la composición tanto del Génesis como del
Pentateuco. Según esta versión el Pentateuco es resultado de unir diferentes
documentos que se escribieron por
diferentes autores en un periodo posterior al de Moisés negando de esta manera
su autoría. ¿Cómo se llegó a tales conclusiones?
Los autores evangélicos
norteamericanos Tremper Longman III y Raymond B. Dillard señalan al físico
francés J. Astruc (1684-1766) como uno de los primeros que propuso dos fuentes
que según él se utilizaron en la composición de Génesis. La diferencia lo ha
hecho sobre la base del empleo de los dos nombres diferentes para Dios, (Elohim
y Yahvé).[1]
Astruc mismo no rechazo a Moisés como autor del Pentateuco sin embargo dio
origen a una teoría especulativa. Y después de él otros autores siguieron el
mismo camino, buscando fuentes para explicar la formación del Pentateuco.
Los autores liberales
que usan el método histórico-crítico con el tiempo desarrollaron unos criterios
para llegar a cuatro fuentes básicas: Yavista (J), Elohista (E), la fuente
sacerdotal (P), y deuteronomica (D). Ninguna de estas fuentes según ellos no
estuvo directamente asociada con Moisés.
La expresión clásica de
la hipótesis documental (de las fuentes) pertenece a J. H. Wellhausen que
propone los siguientes argumentos para la composición del Pentateuco:
1. El empleo de nombres
divinos diferentes, en particular Yahvé (J) y Elohim E
2. La existencia de
dobletes, repetir la misma historia básica (ejemplo; las historias
esposa-hermana)
3. Diferencia de
estilo, incluyendo el empleo de dos nombres diferentes para designar a la misma
persona, tribu o lugar (Reuel/Jetro; Horeb/Sinaí; Jacob/Israel;
Ismaelitas/Madianitas).
4. Diferentes
teologías. Por ejemplo la fuente J describe antropomórfico a Dios; la fuente D
presenta una forma de retribución teológica; P está llena de preocupaciones
sacerdotales.
Estas y otras
diferencias según Wellhausen son pruebas de varios autores y de varios
documentos para la composición del Pentateuco. Teniendo en cuenta estos
diferentes documentos Wellhausen habla de la progresión en la teología de
Israel. En los siguientes capítulos se presentan otros detalles con respecto a
la teoría documental.
Para el cristiano que
cree en la inspiración divina de la Palabra de Dios, estas conclusiones son
inaceptables dado que excluye cualquier intervención sobrenatural y le quita a
la Biblia la autoridad que ella tiene. Sin embargo para desmontar esta teoría
hace falta argumentos bíblicos sólidos, y Biblia las tiene.
1.2 El punto de vista tradicional
La tradición judía y
cristiana cita a Moisés como el autor del Génesis y del Pentateuco; la misma
opinión comparte Filón, Josefo, la Misná, el Talmud, los primeros padres de la
iglesia. Aunque no lo menciona directamente como autor, en Pentateuco
encontramos referencias de la actividad escritora de Moisés. Por ejemplo en:
(Éxodo 17: 14; Números 33: 2; Éxodo 24: 4; 34: 27; Deuteronomio 31: 22, 32).
Algunos libros del
Antiguo Testamento hacen referencias a un libro de la ley asociado a Moisés
(Josué 1: 7,8; 2Cronicas 25:4; 2Reyes 22: 8; Esdras 6: 18; Nehemías 13. 1;
Daniel 9: 11). También Jesús y sus discípulos relacionan la Tora con Moisés
(Mateo 19: 7; 22: 24; Marcos 7: 10; 12: 26; Juan 1: 17; 5: 46; 7: 23).
Estas y otras
evidencias muestran claramente que Moisés es reconocido como autor del
Pentateuco y por supuesto del Génesis. Aunque se admite por parte de los
estudiosos conservadores que hay ciertos pasajes en Pentateuco que se agregaron
después de Moisés como por ejemplo el relato de la muerte de Moisés o la afirmación
de que Moisés era el hombre más humilde del mundo que no la podía escribir el y
algunas más a los cuales nos vamos a referir en otro capítulo. Al mismo tiempo
los estudiosos fieles a la Biblia admiten que Moisés ha utilizado algunos
documentos, fuentes orales o escritos en la composición de la Tora. Aunque el
texto del Génesis no nos ofrece indicios de forma explícita para poder
argumentar bien esta posición.
En este sentido Gleason
Archer avanza la siguiente hipótesis:
“Aunque
los materiales que utilizó el autor para la composición de este libro se
remontaban, sin duda alguna, a cinco o síes siglos antes de su época, ya que
eran anteriores a la migración de Jacob a Egipto, con todo Moisés parece haber
actuado como un compilador e interprete, guiado por el Espíritu, del material
preexistente que había llegado a sus manos de sus antepasados en forma oral o
escrita”.[2]
II. LA COMPLEJIDAD DEL LIBRO GÉNESIS
Desde el principio
analizando el texto de Génesis hay que reconocer que tenemos que ver con un
texto de gran complejidad. El estudiante que intenta comprenderlo sin la ayuda
del Espíritu Santo acabara adoptando conclusiones erróneas. La Biblia no es
simplemente una palabra humana sino es también la Palabra de Dios y solamente
el Espíritu Santo nos puede ayudar en la lectura y en la interpretación
correcta de ella.
Sin embargo ¿cuáles son
las complejidades que encontramos en Génesis y que de alguna manera nos
dificulta a entender la inspiración y la composición del libro?
1. En primer lugar a la
primera vista se observa una discontinuidad entre varios pasajes. En Génesis
1:1-2:4 tenemos un relato que se acaba, después entre 2:4-4:26, Génesis nos
presenta otro relato. Y entre estos dos relatos parece que hay una
discontinuidad. Luego desde Génesis 5:1 tenemos otro relato que rompe la
continuidad con el precedente, es decir 4:26. También entre Génesis 19:38 y
20:1 hay otra aparente discontinuidad.
2. El uso alternativo
de los nombres divinos de Yahvé (Señor) y Elohim (Dios). En Génesis hay
capítulos o secciones que usa de forma exclusiva o predominante uno de los dos
nombres. Por ejemplo el capítulo 1, usa el nombre Elohim, pero desde el
capítulo 2 en adelante aparece más Yahvé.
3. Encontramos también
material casi idéntico que se repite. Para algunos es una muestra que apoya la
teoría de fuentes documentales. Aunque la explicación puede ser mucha más
sencilla. Por ejemplo los dos relatos sobre esposa-hermana de Abraham en
(Genesis 12:20) y Isaac (Genesis 26:6-11). También el nombre Beerseba (Pozo del
juramento) aparece en la alianza ente Abraham y Abimelec (Gennesis 21:22-31) y
Isaac y Abimelec (26:26-33). En Génesis 28:19 Jacob cambia el nombre de la
ciudad Luz en Betel cuando caminó hacia Padan-aram, pero en 35:15 se nos dice
que él pone el nombre Betel cuando él regreso de Padan-aram.
4.
Como ya hemos mencionado en Génesis y no solamente aquí sino en todos los
libros de Moisés encontramos algunos pasajes que presentan indicios de una
época posterior a la de Moisés. Unos quizás exageran con respecto a esto. Pero
sin embargo algunos son evidentes. En Génesis 12:6; 13:7, se dice: ”el cananeo estaba entonces en la tierra”,
cuando todavía la tierra no pertenecía a los israelitas.
Génesis 14:14, señala que Abraham
persiguió a los captores de Lot hasta Dan pero este lugar no se llamó así hasta
que los danitas lo conquistaron después de que se escribiera el libro. En
Génesis 36:31 tenemos una lista de reyes edomitas “antes de que reinase rey sobre los hijos de Israel”. Esta
explicación parece que se añade cuando ya había rey en Israel. También en
Deuteronomio 1:1 se habla de los discursos de Moisés “al otro lado del Jordán”, lo que hace pensar en un escritor
distinto de Moisés, que viviera al otro lado del Jordán, un rio nunca cruzado
por Moisés. Todos estos pasajes y algunos más con toda probabilidad fueron
añadidas después de Moisés.
A pesar de que en
Génesis encontramos algunas dificultades al mismo tiempo no podemos no ver la
unidad que hay en ella. Una unidad que habla a favor del origen divino del
libro. Por esto hoy, hay muchos eruditos que cambian de visión y que se
concentran más en analizar el texto. Porque lo que es más importante para
nosotros, es captar lo que Dios nos quiere transmitir a través del texto.
El hecho de que la
narración presenta para nosotros cierta dificultad no significa, como vamos a
ver que no es obra de un autor, en este caso Moisés guiado por el Espíritu
Santo.
2.1 Un análisis sobre las fuentes
William Sanford Lasor
afirma que la “teoría documental”, ha
nacido como un intento de comprender y explicar las consecuencias de las
complejidades literarias. Y que es una hipótesis que se propone a diferenciar
las diversas “fuentes” subyacentes al
texto actual del Pentateuco. La teoría documental identifica cuatro documentos
principales como fuentes subyacentes al texto. Estas fuentes distintas son:
1. La
narración yahivista (Jahweh)
2. La
narración elohista (E)
3. El
documento deoteronomista (D)
4. El
documento sacerdotal (P) [3]
Según
los autores que siguen la teoría documental, estos cuatro documentos básicos
han sido escritos por diferentes autores entre el siglo X y el siglo IV AC, y
han sido unidos para forman lo que hoy llamamos el Pentateuco. Otros piensan
que estos documentos han sido escritos en el periodo exilio y post exilio.
2.2 Uno o varios autores del libro
Si admitimos la teoría
documental tenemos que admitir que Moisés no es el autor del Génesis o del
Pentateuco o por lo menos no es el único autor. Por ejemplo Dr. Harper dice que
Moisés era un hombre demasiado activo para dejar algún trabajo literario.[4] Este
argumento aunque un poco infantil carece de solidez.
La Biblia nos dice que: “Moisés fue instruido en toda la sabiduría
de los egipcios…” (Hechos 7:22). También Dios le ordena que registre
ciertos eventos históricos (Éxodo 17:14; Números 33:2) y leyes (Éxodo 24:4;
34:27), y un cantico (Deuteronomio 31:22, Deuteronomio 32). Como ya hemos
mencionado tenemos una larga tradición que señala a Moisés como el autor del
Pentateuco. No cabe duda de que el tenia y aptitudes y tiempo necesario para
escribir. Los historiadores son unánimes de que a este tiempo la escritura ya
se conocía bien.
Elena White en su libro
Patriarcas y los Profetas dice que, cuando se encontraba en Medían, Moisés “…. bajo la inspiración del Espíritu
Santo, escribió el libro de Génesis”.[5]
E. F. Sutcliffe un
erudito católico comentando sobre cómo se escribió el libro de Génesis y sobre
su autor dice:
“Lo que
cuenta en Génesis paso en tiempos muy anteriores al suyo (al Moisés), de modo
que solo pudo aprenderlo en fuentes orales o escritas; Cuando no se conoce la
escritura o es muy raro su uso, el poder de la memoria humana es tal, que a la
fuerza debe parecernos prodigioso, y no hay en esta palabra exageración. Basta
recordar la transmisión de Vedas y de los poemas homéricos. Hay indicaciones de
esta transmisión oral en Éxodo 13:14. Además, no es solamente el Génesis una
obra relativamente corta, sino que su contenido consiste en su mayor parte en
relatos, contados de una manera tan viva, que fácilmente se graban aun en las
memorias más débiles. Debido a la repetición constante, tomarían fácilmente
estos relatos una forma relativamente fija, que transmitiría, en las tiendas de
Abraham, Isaac, y Jacob, de generaciones en generaciones.”[6]
El mismo autor añade:
“El
Pentateuco mismo encierra pruebas internas de que fue compuesto en la época y
bajo las condiciones que exige la autenticidad mosaica. La evidencia de estas
pruebas se desprende del testimonio de los textos examinados. Nos ofrece
también el Pentateuco algunos textos que, tomados por separados, indicarían un
tiempo más recenté. Sin embargo, considerados a la luz del conjunto, tales
textos solo demuestran la presencia de adiciones y modificaciones tardías.”[7]
El autor protestante
Henry H. Halley en su Manual Bíblico,
hace el siguiente comentario:
“La
tradición hebraica y cristiana dice que Moisés bajo la dirección de Dios
compuso el libro de Génesis basándose en documentos que existía antes de él. El
libro cuenta eventos que acaban con trescientos años antes de Moisés. Así que
el recibió estas informaciones por revelación de Dios o por documentos
históricos de sus antepasados”.
[8]
Otro argumento a favor
de Moisés como autor del Génesis es El libro de Éxodo. El autor de Éxodo debe
haber sido el autor del Génesis, porque es una continuación del primero y
manifestó el mismo espíritu e intención.
Un análisis interesante
sobre pruebas internas de la autenticidad mosaica del Pentateuco lo hace el
autor protestante Gleason L. Archer.
Presentamos algunas de sus conclusiones.
1. El autor del Génesis y del Éxodo demuestra
estar totalmente familiarizado con Egipto. Con nombres egipcios como On,
Hepolipolis, Pitom, Potifera, Asenat, Moisés que puede ser una forma reducida
de Tutmosis. También el autor utiliza un mayor porcentaje de nombres egipcios
que en ninguna otra parte del Antiguo Testamento.
2. Por otro lado el
autor del Pentateuco demuestra un punto de vista constantemente extranjero en
lo que a Canaán se refiere. Las estación y el clima, según la narración no son
palestinos sino egipcios. También la fauna y la flora que se mencionan en el
relato son egipcias o sinaíticas. Por ejemplo la acacia es un árbol autóctono
de Egipto y de la Península Sinaí, pero no de la Palestina. En las listas de
los animales impuros hay algunos que son propios del Sinaí y no de Palestina.
También en Génesis 23:2 se hace referencia a Hebrón por su nombre pre israelita
de Quiriat-arba, y el autor relata a su público lector en Números 13:22 que su
fundación se remonta a siete años antes de Zoan en Egipto (localidad con la
cual, al parecer estaban perfectamente familiarizados).
3. La atmosfera en
Éxodo y Números es la del desierto y no de la un pueblo agrícola asentado en
las posesiones de sus antepasados durante casi mil años según la teoría de
(Welhausen). El tremiendo hincapié que se hace sobre un tabernáculo o enorme
tienda como sitio de adoración está totalmente fuera del lugar para autores que
hubieran vivido siglos después de haberse construido el tiemplo de Solomon. Y
este tabernáculo está perfectamente apropiado para un pueblo nómada. El
material de que se construía, su ubicación en el medio del campamiento, un
macho cabrío que era enviado al desierto. Y muchas otras detallas que apuntan a
una vida en el desierto.
4. Hay también en el
Génesis referencias a costumbres que son demostrables para el segundo milenio
pero que no continuaron durante el primer milenio. Los documentos descubiertos
en Nuzi hacen referencias a costumbres como: engendrar hijos legítimos con las
siervas (como en el caso de Abraham); la validez de un testimonio oral, dado en
el lecho de muerte (como en caso de Isaac); la posesión de teraphim o ídolos
familiares para reclamar derechos de herencia (como el caso de Raquel que robo
los teraphim de su padre Laban).
La conclusión de Archer
es de que “hay una remarcable unidad de
orden en todo el Pentateuco, hecho que supone un redactor. A la luz de todo lo
que se ha dicho el hecho de que podría ser otro autor muchos siglos después es
casi imposible”. [9]
Como
hemos dicho Moisés tenía todo el tiempo y la tranquilidad necesaria para
componer el Tora. El venia de una cultura en la cual el arte de escribir era
ampliamente difundida (según los recientes descubrimientos arqueológicos) y
poseía un conocimiento cabal para esta obra. Así que hace falta mucho más fe
para creer en una teoría documental en vez de aceptar el simple hecho de que
Moisés guiado por el Espíritu Santo escribió el Pentateuco.
2.3 La respuesta al alta critica
El Comentario Bíblico
Adventista (CBA) también nos presenta algunos argumentos en contra de la teoría
documental, diciendo:
1. Los nombres de Dios
se usan más o menos indiscriminadamente e través de toda la Biblia hebrea. El
empleo de múltiples nombres para un dios en un solo texto es razonablemente
común en textos extra bíblicos del Próximo Oriente. Ya hemos señalado presencia
de dobletes, historias similares o casi similares en la presentación de
Génesis. Estudios recientes sobre estilos literarios semitas sugieren que tales
repeticiones se utilizaban a propósito en la literatura para conseguir un
cierto efecto.
2. Las repeticiones
frecuentemente halladas en los relatos no son una indicación segura de que haya
diferentes fuentes para una obra literaria. Los defensores de la unidad de los
libros mosaicos han demostrado, mediante muchos ejemplos no bíblicos, que
repeticiones similares se encuentran en varias obras antiguas de uno y el mismo
autor, así como en obras modernas.
3. El
autor de Génesis estuvo bien informado en cuanto a los tiempos que describe.
4. Los nombres de los
lugares han sido modernizados en ciertos casos por los copistas para que sus
lectores pudieran seguir el relato.
5. El hecho de que los
babilonios y otros pueblos tuvieran tradiciones comunes, similares con lo que
tenemos en Génesis se explica por un origen común de ambos registros.[10]
El autor Gleason Archer
en su libro Reseña crítica de una
introducción al Antiguo Testamento, nos da otros argumentos bíblicos,
históricos y arqueológicos de que muestran que la teoría documental es
insostenible.
1) Las
variantes entre Yahveh y Elohim
Los autores liberales
como dividieron el texto en porciones pensando y buscando fuentes para cada
porción. Y uno de los criterios para dividir es el uso de los nombres divinos
Yahveh (J), y Elohim (E). Es decir un autor uso el nombre Yahveh y otro el
de Elohim.
La superficialidad de
este argumento está en el hecho de que encontramos en la Biblia en el mismo
pasaje o versículo los dos nombres de la divinidad J y E. Por ejemplo en Génesis 2:4 se dice: “Estos son los orígenes de los cielos y de
la tierra el día que Jehová Elohim hizo la tierra y los cielos”. Aquí
tenemos los dos nombres de la divinidad y los críticos dividen el versículo en
dos atribuyendo primera parte a J y la segunda a P para que no figure el nombre
equivocado y así se ponga en aprietos la teoría. En Génesis 21:1 y 2: “Visitó Jehová a Sara, como había dicho, e
hizo Jehová con Sara como había hablado. Y Sara concibió y dio a Abraham un
hijo en su vejez, en el tiempo que Elohim le había dicho”. Otra muestra de
que la división en fuentes así, rompe la unidad del relato lo que sería
insensato. Sin embargo algunos autores lo hacen. En Génesis 3:1-5, donde la
serpiente se refiere a Dios con el nombre Elohim, es en un pasaje donde aparece
con el nombre Yahveh. También en Génesis
30:23,24, de Raquel se dice: ”Y concibió
y dio a luz un hijo, y dijo: Elohim ha quitado mi ofrenda; y llamo su nombre
José (Yosep), diciendo. Añádame (yosep) Jehová otro hijo.” Resulta obvio
que este versículo es una sola unidad. Sin embargo ellos lo dividen; primera
parte para E y segunda para J. Hay numerosas otras evidencias que hace
imposible o ilógico cortar el texto y dividirlo en fuentes independientes.
2) Supuestos
relatos paralelos
El primero es el
capítulo 1 y 2 del Génesis, donde hay dos supuestos relatos de la creación.
Génesis 1 (P), que viene de tiempos del exilio, y Génesis 2 (J) que viene del
siglo IX AC. Aquí algunos ven dos
relatos paralelos separados por (toledot) “estos
son los orígenes de los cielos y de la
tierra…” Pero como se puede ver, el capítulo 2 no es un relato de la
creación. Aquí el autor se enfoca sobre la creación de Adán y Eva no ofreciendo
más detalles que la simple afirmación del capítulo 1. Un análisis serio nos da
dos relatos complementarios y de ninguna manera dos relatos incompatibles.
El relato del diluvio
es otra muestra de un intento fracasado de disección arbitraria. Por ejemplo
dos ejemplares de todas las especies que se atribuyen a fuente (P) y los siete
de todas las especies limpias que se les atribuye a (J). El relato del diluvio
simplemente tiene algunas repeticiones normales para el estilo hebreo. Los
datos que nos ofrece el texto son reconciliables.
Otro ejemplo es el
relato que habla de secuestro de José y su traslado a Egipto que lo dividen en
dos; el relato (J), fueron los ismaelitas quienes lo compraron (Gn. 37:25). Y
el relato (E) que fueron los madianitas (Gn. 37:28). Pero aquí la explicación
es más sencilla. Se sabe que los madianitas eran una subtribu de los
ismaelitas. En Jueces 8:24 respecto a los reyes madianitas Zeba y Zalmuna se
dice que eran ismaelitas.
Los relatos paralelos
de Abraham y Isaac. Ellos están diciendo que sus esposas son sus hermanas al
rey Abimelec. La crítica ve aquí dos versiones de la misma tradición. ¿Porque
no podría ser dos episodios diferentes? ¿Acaso los hijos no repiten los errores
de sus `padres? El hecho de que el padre y el hijo o incluso el nieto tienen el
mismo nombre no es nada especial. Abimelec I, Abimelec II, como hay en Egipto
Amenemhat I, II, III, IV. Así que las supuestas disconcordancias tienen su
explicación.
Otro argumento a favor
de Moisés y en contra de la teoría documental es el uso significativo del
vocablo toledot (orígenes,
generaciones, descendentes) al iniciar la mayor parte de las principales
secciones del libro. En Génesis 2:4; 5:1; 10:1; 11:10; 11:27; 25:12; 36:1. Por
lo general lo que sigue a toledot es una lista genealógica. La única excepción
es en 2:4: “Estos son los origines de los
cielos y de la tierra cando fueron creados”. En este caso el toledot sirve
para introducción al relato de Adán y Eva en el huerto del Edén, quien figura
en el resto de la Génesis 2.
La práctica de empezar
así la introducción de una lista genealógica, toledot difícilmente se podía atribuir a varios autores. Además hay
la técnica interesante del autor de Génesis de tratar con linajes genealógicas
que no pertenecen al linaje escogido. La genealogía de Caín figura antes que la
de Set; la de Jafet y Cam antes que la de Sem (aunque Cam era el menor de los
tres hermanos); La genealogía de Lot e Ismael figuran antes que la de Isaac,
los descendentes de Esau figuran antes que la de Jacob. Y como señala Archer el
motivo del autor en cada caso, parece ser el de informar más brevemente acerca
de las ramas no escogidas del linaje humano, antes de encarar en serio las genealogías de los patriarcas
que tenían una genuina fe en Jehová. Tal tratamiento sistemático difícilmente
concuerda con una teoría de fuentes, heterogénea y torpemente combinadas,
sostenida por la tesis de Welhausen.[11]
La
inconsistencia del método documental como un método científico
Como
señalan Tremper Longman III y Raymond Dillard el método de las fuentes o
documental ha fracasado en varios puntos. Primero en no lograr consenso sobre
las fuentes. Esto se manifestó en división en estrados de fuentes en niveles
múltiples. Otro colapso es la duda ampliamente manifestada de que E hubiera
sido alguna vez una fuente independiente. Desacuerdos hay también en asignar
fechas a las fuentes. J se ha fichado en el periodo de Solomon por parte de von
Rad, en tanto que Schmitt defendería el siglo séptimo, y van Seters ha
defendido recientemente una fecha exilia. Aunque la mayor parte de los
estudiosos creen que P es post-exilia, Haran ha defendido que debe asociarse
con reformas de Ezequías en el siglo octavo a.C. Todos estos desacuerdos
arrojan dudas en cuanto a la posibilidad de distinguir con claridad las fuentes
en la forma final del texto.[12]
III.
LA INSPIRACION DEL LIBRO DE GENESIS
La
Biblia es la Palabra inspirada por Dios. Su autor es en primer lugar el
Espíritu Santo. (2 Pedro 1:21) Sin
embargo Dios se revelo, inspirando a hombres a transmitir sus mensajes. El Dios
Creador es al mismo tiempo el Dios que se revela. La Palabra es una de las
formas que usó Dios para revelarse. Ahora con respecto a la forma que él usó
para inspirar hay entre los estudiosos puntos de vista deferentes.
¿Cómo inspiro Dios a
sus profetas? ¿Qué clase de inspiración nos presenta la Biblia? En concreto
como recibieron los profetas sus mensajes. De una forma automática, siendo una
especie de máquina de escribir en manos de Dios. ¿Les dicto Dios a los profetas
cada palabra?
La Biblia nos presenta más
bien una inspiración dinámica, donde Dios inspira la persona, los pensamientos,
las ideas, y los hombres emplean sus propias palabras para transmitir lo que
recibieron. Los que adhieran a una teoría verbal de inspiración (cada palabra
fue transmitida directamente por Dios) tienen serias dificultades a la hora de
armonizar muchos pasajes que indican claramente algunas discrepancias. Más aún
que se puede decir con respecto a las traducciones donde ya no son las palabras
originales y tampoco son inspiradas así como fueron los profetas. También que
podemos decir de los errores que se transmitieron por los copistas, aunque hay
evidencias que hicieron las copias con mucho cuidado.
Teniendo en cuenta todo
esto y también las evidencias que el mismo texto nos da, no podemos sino
admitir que la inspiración que usó el Espíritu Santo ha sido una inspiración
dinámica.
3.1 Opiniones diferentes sobre la
inspiración
En la literatura
teológica se habla en general de dos tipos de inspiración; la inspiración
verbal y la inspiración dinámica. También hay algunas derivaciones de estas.
¿Qué podemos decir en concreto del libro de Génesis?
Una lectura atenta del
texto así como ya hemos mencionado nos muestra un libro bastante complejo. No
hay ninguna duda de que es un libro inspirado por el Espíritu Santo y que
Moisés simplemente es el autor humano del libro. No hay nada parecido como
Génesis en toda la literatura antigua de cualquier pueblo. Aunque tiene una
cierta complejidad su unidad y orden en la presentación son argumentos a favor
de su inspiración.
¿Pero cómo escribió
Moisés este libro que abarca un periodo de más de dos mil años? (desde creación
hasta Moisés según la cronología bíblica son unos dos mil quinientos años).
¿Cómo recibió la información?
Aunque nos gustaría
saber más detalles sobre este asunto tenemos que admitir que la providencia no
nos descubrió todo. Aunque tenemos evidencias y reconocemos la inspiración de
la Biblia, no sabemos explicar exactamente como el profeta era guiado por el
Espíritu Santo en la inspiración.
La autora
norteamericana Elena White hace algunas declaraciones sobre la inspiración que
nos ayuda en cierta medida a entender cómo se escribió Génesis. Ella dice:
“La
Biblia está escrita por hombres inspirados, pero no es la forma del pensamiento
y de la expresión de Dios. Es la forma de la humanidad. Dios no está
representado como escritor. Con frecuencia los hombres dicen que cierta
expresión no parece de Dios. Pero Dios no se ha puesto a sí mismo a prueba en
la Biblia por medio de palabras, de lógica, de retórica. La Biblia no nos es
dada en un grandioso lenguaje sobrehumano. Jesús tomó la humanidad a fin de
llegar hasta el hombre donde éste está. La Biblia debió ser dada en el lenguaje
de los hombres. Todo lo que es humano es imperfecto. Diferentes significados se
expresan con la misma palabra: no hay una palabra para cada idea distinta. La
Biblia fue dada con propósitos prácticos.”[13]
Teniendo en cuenta todo
lo que se ha dicho podemos sacar algunas conclusiones.
1. El libro del Génesis excluye
completamente la posibilidad de una inspiración verbal. Es evidente que Moisés
emplea sus propias palabras según sus capacidades literarias, su experiencia, y
también hay una cierta influencia de la cultura en que él vive. Además de esto
los pasajes post-Moisés que hemos mencionado no encajan con la teoría de la
inspiración verbal.
2. En segundo lugar
podemos admitir con certeza que Moisés dispuso de algún material preexistente a
la hora de escribir el Génesis. El argumento a favor de esta teoría es el hecho
de que la revelación de Dios no empieza con Moisés sino que viene desde la creación
empezando con Adán y con patriarcas antediluvianos.
Por ejemplo el autor
bautista Henry H. Halley en su Manual
Bíblica dice: “En lo que se refiere a
Génesis Moisés parece que utilizo documentos que le venían de generaciones
anteriores.”[14]
Elena White también
dice que: ”Adán, Set, Enoc, Matusalén,
Noé, Sem, en línea ininterrumpida, transmitieron de generación en generación
las preciosas revelaciones de su voluntad. El hijo de Taré se convirtió en el
heredero de este santo cometido”.[15]
Adán vivió hasta que
Matusalén llegó a los 243 años de edad. Matusalén vivió hasta que Sem, hijo de
Noé, llegó a los 98 años. Sem vivió 150 años después del nacimiento de Abrahán,
y 50 años después del nacimiento de Isaac. Abrahán vivió hasta que Jacob y Esaú
tenían 15 años, e Isaac vivió hasta que ellos alcanzaron los 120 años. Así
vemos cuán directamente los conocimientos que Dios había enseñado a Adán
pudieron comunicarse a sus descendientes. Adán los transmitió a Matusalén, éste
se los comunicó a Sem, Sem a Abrahán a Isaac, y estos patriarcas se los
comunicaron a Jacob, padre de las tribus de Israel.
Por su parte E. F. Sutcliffe,
también se pronuncia a favor de una transmisión oral diciendo que:
“Las narraciones del Génesis existían mucho
antes de Moisés, al menos oralmente. Se transmitiría por recitación oral,
siendo este el método normal de transmisión. Dice Albright que esta “cada vez
más convencido de que en las narraciones del Pentateuco pulula la fraseología
poética y que están salpicadas de reminiscencias de la forma original
versificada en la cual fueron transmitidas durante siglos antes de que se
escribieran en prosa”.[16]
Tenemos que aceptar el
hecho que, desde tiempos remotos la revelación de Dios se transmitía oralmente
de padre a hijo. Los conocimientos históricos y arqueológicos de hoy nos
presenta esto como una práctica de los pueblos antiguos. Por ejemplo en Génesis
18:19, Dios dice de Abraham: “pues yo sé
que mandará a sus hijos, y a su casa después de sí, que guarden el camino de
Jehová haciendo justicia y juicio…”
Aunque no sabemos
exactamente que material recibió de sus antepasados y que material recibió
directamente del Espíritu Santo, sabemos que al final toda la obra es inspirada.
Es conocido el hecho de que un escritor bíblico puede recibir información
de otras personas para sus escritos y
esto es de acuerdo con el modo diferente de inspiración que usa el Espíritu
Santo (por ejemplo los evangelios de Lucas y Marcos).
3. Los libros de Moisés
incluyendo y Génesis contienen algunos pasajes
posteriores a Moisés. Ya hemos presentado algunos ejemplos. Estos
pasajes o versículos en algunos casos se añadieron después por los copistas
para mejorar en algunos casos y para facilitares la lecciones del texto. La
pregunta es ¿Influyen estos cambios aunque son pocos, la inspiración divina? De
ninguna manera. Estos pasajes no cambiaron de forma radical el texto original,
simplemente ayudan a comprender mejor el relato.
Sin embargo lo que más a nosotros nos
interesa, es la forma final del texto que llego hasta nosotros ya que esto es
lo que Dios nos quiso transmitir. Lo importante para nosotros es el mensaje, el
lenguaje que escritor empleó es secundario.
3.2 La veracidad de los relatos
históricos
Para los que sostienen
el método histórico-critico los relatos históricos de la Biblia son relativos
en lo que se refiere a su objetividad. Ellos no ven más que historias
mitológicas prestados de otros pueblos antiguos para apoyar un punto de vista
sectario; el surgimiento de la religión judaica.
De hecho la alta
crítica rechaza cualquier intervención sobrenatural y con esta perspectiva
tratan de explicar o interpretar la Palabra de Dios. En concreto el debate es
sobre los días de la creación, el diluvio, la destrucción de Sodoma y Gomorra y
otros eventos. Para los estudiosos que aceptan el método histórico-critico
estos eventos no ocurrieron nunca o no ocurrieron en la forma en que los
presenta la Biblia. Es decir no podemos tomarlos de forma literal. Como si
fuera que Dios quien creo las leyes naturales no tiene poder sobre estas leyes.
Así que dado que la premisa de que estos autores parten, es falsa, las
conclusiones finales también serán falsas.
Aunque se reconoce que
el libro de Génesis tiene en primer lugar un propósito teológico no podemos
rechazar la veracidad sobre los acontecimientos históricos. Como señala W.
Lasor,
Sería
un error considerar que las verdades que se enseñan en Génesis carecen de base
objetiva:… la creación de todas las cosas por Dios; intervención especial de
Dios en la generación del primer hombre y la primera mujer; la unidad de la
raza humana; la bondad prístina del mundo creado, incluida la humanidad; el
ingreso del pecado por medio de la desobediencia de la primera pareja y los
demás acontecimientos relatados son hechos, y su certeza implica la realidad de
los hechos.[17]
Como conclusión
hablando de Génesis podemos decir que, aunque no se trata de una historia en un
sentido moderno de un informe objetivo por testimonio directo, sin embargo esto
no significa que Génesis entraña falsedad histórica. El autor inspirado por el Espíritu Santo nos
transmite empleando sus propias palabras lo que Dios le había revelado o lo que
él pudo haber sido recibido de fuentes orales o escritas. En cualquier caso las
evidencias indican claramente hacia la inspiración divina del libro.
CONCLUSIÓN
Nuestro propósito ha
sido de procurar a entender cómo se escribió este maravilloso libro. Al mismo tiempo
hemos tratado las diferentes teorías que intentan de explicar la composición
del libro. De todo este trabajo se puede sacar algunas conclusiones claras.
Génesis es un libro
inspirado por Dios y que el autor humano es Moisés. Personalmente mi fe en la
palabra de Dios se fortaleció. Aunque como cristianos aceptamos por la fe la
existencia de Dios, aceptamos por la fe que la Biblia es su palabra inspirada,
no significa que no podemos o no es lícito analizar las evidencias y tratar de
entender de manera lógica la revelación de Dios. Nuestro Dios quiere que
entendamos con nuestra razón, que empleemos nuestra mente en escudriñar su
Palabra.
Al mismo tiempo debemos
humillarnos y aceptar nuestras limitaciones humanas, y cuando encontramos cosas
imposibles de explicar, aceptar por la fe que Dios sabe. En muchos casos la
compresión (que es progresiva) ha llegado con el paso de mucho tiempo. Sería
más provechoso y útil para el estudiante de la Biblia en concentrarse más en el
texto que llego hasta nosotros, en descubrir la belleza del mensaje que es para
nuestro bien en vez de perderse en teorías discutibles avanzadas por alta
crítica liberal. Que, lamentablemente como bien señala Lasor, proponen un enfoque a los problemas del
origen, la fecha y el autor, que conduce a una estimación muy negativa del
valor histórico y teológico del Génesis.[18]
Como conclusión
analizando los argumentos de los eruditos y de lo que la palabra de Dios nos
revela podemos decir con toda certeza que la autoría de Moisés para el Génesis
tiene mucho más peso, ofrece más satisfacción intelectual, mental y espiritual
que la teoría documental.
Dicho
esto simplemente invito a cada persona leer abiertamente, sin perjuicios y con
plena confianza el libro de Génesis que es parte de la palabra inspirada de
Dios.
BIBLIOGRAFÍA
1)
ARCHER, Gleason. Reseña critica de una introducción al Antiguo Testamento. Grand
Rapids: Editorial Portavoz, 2003, pp.563
2) Biblia. Reina-Valera 1995. [s.l.] SBU, 2003, pp.846
3) CARRALI,
B. H. El libro de Génesis El Paso,
Texas: Casa Bautista de Publicaciones, 1966, pp. 459
4)
HALLEY
Henry. Manual Biblic Oradea: Door of
Hope, 1995, pp. 846
5)
LASOR
Stanford, HUBBARD Allan, BUSH Frederic. Panorama
del Antiguo Testamento. Buenos Aires: Nueva Creación,
1995, pp. 659
6) LONGAMAN III Tremper, RAYMOND Dillard. Introducción al Antiguo Testamento Grand
Rapids: Libros Desafío, 2006, pp. 602
7) ORCHARD,
B. et al., Verbum Dei. Comentario a la
Sagrada Escritura. Barcelona: Editorial Herder, 1960, pp. 922
8) RASI,
Humbert M. y et al., Comentario Bíblico
Adventista del séptimo día; Buenos Aires: ACES, 1992, Tomo I; pp.1164
9)
WHITE, Ellen. Patriarhi si Profeti. Bucarest: Viata si Sanatate, 2006, pp. 764
10) WHITE,
Ellen. Mensajes Selectos, Tomo I, formato
digital, pp. 487
[1] LONGAMAN III Tremper,
RAYMOND Dillard. Introducción
al Antiguo Testamento Grand
Rapids: Libros Desafío, 2006, p. 49
[2]ARCHER,
Gleason. Reseña critica de una
introducción al Antiguo Testamento. Grand Rapids: Portavoz, 2003, p.133
[3] LASOR
Stanford, HUBBARD Allan, BUSH Frederic W. Panorama
del Antiguo Testamento. Buenos Aires: Nueva Creación, 1995, p. 63
[4] CARRALI, B. H. El libro de Génesis El Paso, Texas: Casa Bautista de Publicaciones,
1966, p. 52
[5]
WHITE, Ellen. Patriarhi si Profeti.
Bucarest: Viata si Sanatate, 2006, p.248
[6]
ORCHARD, B. et al. Verbum
Dei. Comentario a la Sagrada Escritura. Barcelona: Editorial
Herder, 1960, p.423
[7] Ibid.,p.414
[8]HALLEY Henry. Manual
Biblic Oradea: Door of Hope, 1995, p.58
[10]RASI, Humbert M. y et al., Comentario Bíblico Adventista del séptimo
día; Buenos Aires: ACES, 1992, Tomo I; p.11
[13] WHITE, Ellen. Mensajes
Selectos, Tomo I, formato digital, p.24,25
[15]
WHITE, Ellen. Patriarcas y profetas, p.118
[18] Ibid.,p.56
Me parece interesante el planteamiento, quizás hay que profundizar algunos puntos.
ResponderEliminarMuy buena introducción a la teoria Documental.
ResponderEliminarGracias por compartilo.