viernes, 8 de febrero de 2013

LA FE Y LAS OBRAS EN LA VIDA DEL CREYENTE


Autores: Vitalie y Viorica Mindru

Introducción

El tema de la fe y las obras está relacionado con el tema de la salvación. Entre los creyentes hay un debate sobre esto. Algunos creen que la salvación es por la fe, otros en cambio piensan que para la salvación hace falta la fe y las buenas obras.
El propósito del presente trabajo es de analizar el tema de la fe y las obras y tiene dos objetivos principales. Primero, analizar la relación que hay entre la fe y las obras en el marco de la salvación. Segundo, ver de qué manera las dos juntas permite la restauración completa del ser humano.

I.                  La necesidad de la salvación
La caída de Adán y Eva produjo una separación entre el ser humano y Dios. La paga del pecado requiere la muerte del pecador. Dios en su gran misericordia en vez de quitarles la vida a Adán y Eva decidió aplicar su plan de salvación. Este plan suponía la muerte del Hijo de Dios, la tercera persona de la deidad, en lugar del hombre pecador.
El plan de la salvación se puso en marcha desde la caída de la primera pareja en Edén, pero tuvo su punto culminante en la muerte de Jesucristo en la cruz de Gólgota. Biblia nos presenta un Dios santo que ama al pecador pero que aborrece el pecado. Precisamente por esto, para salvar al hombre pecador, Dios Padre permitió la muerte de su Hijo. A través de su muerte Jesús pagó por los pecados de toda la humanidad y satisface la justicia de Dios.

miércoles, 6 de febrero de 2013

LA JUSTIFICACIÓN SEGÚN EL APÓSTOL PABLO Y SANTIAGO


Autor: Vitalie Mindru

Introducción
El tema de la salvación es el tema central de la Biblia. Para explicar el proceso de la salvación la Biblia usa diferentes términos. Entre los términos que se usan, es el de la justificación.
El presente trabajo es un análisis bíblico de la justificación. El análisis se limita sobre todo a los libros del apóstol Pablo; Gálatas y Romanos y la epístola de Santiago. Los objetivos principales del trabajo son; presentar de manera general lo que la Biblia enseña sobre la justificación, analizar la posición de Pablo y Santiago con respecto a la justificación y ver las diferencias entre los dos. Y al final, analizar la relación que hay entre la fe y las obras en el proceso de la salvación.

I.                   La salvación y la justificación en el NT

En este capítulo se explica el concepto de la justificación y se presenta de manera general el concepto de la justificación en el I siglo d. C. tanto desde el punto de vista del judaísmo, como del punto de vista del Nuevo Testamento.



DESCUBRIMIENTOS ARQUEOLÓGICOS SOBRE LA VIDA DE FAMILIA DE LOS PATRIARCAS DE LA BIBLIA


Autor: Vitalie Mindru

Introducción

El presente trabajo de investigación tiene como propósito de analizar los descubrimientos arqueológicos con respecto a las costumbres en torno a la vida familiar en el Cercano Oriente en el segundo milenio a.C., descubrimientos que arrojan luz sobre la vida de los patriarcas de la Biblia.
En primer lugar se tiene que hacer una aclaración. Cuando hablamos de los patriarcas nos referimos a Abraham, Isaac, Jacob y a los doce hijos de Jacob. La historia de estos personajes esta narrada en el libro de Génesis desde el capítulo 12 hasta 50.
Después de examinar los descubrimientos arqueológicos, el siguiente paso de la investigación es de ver si hay paralelos entre estos descubrimientos y lo que cuenta el libro de Génesis sobre los patriarcas.

I.                   Visión general sobre los relatos patriarcales

                  1)      La datación del periodo patriarcal
No es fácil de ubicar cronológicamente a los patriarcas de la Biblia. Los eruditos y los especialistas no están unánimes con respecto a esto. Algunos consideran que hay buenas razones para ubicarles en la edad del bronce media, apr. 1850–1570 a.C.[1] Sin embargo otros hablan de finales del tercer milenio y la primera mitad de segundo milenio a.C. como el periodo más probable. La Biblia de Estudio Arqueológica propone con aproximación la siguiente cronología; desde el nacimiento de Abraham en 2166 a.C. hasta la muerte de José 1805 a.C.[2]

LOS NOMBRES DE JESUCRISTO EN LOS LIBROS DE LOS PROFETAS


Autor: Vitalie Mindru

Introducción
En el AT hay muchas referencias sobre la obra y la misión del Mesías. De hecho la figura del Mesías ocupa un lugar preeminente en el AT. El presente trabajo quiere indagar más, sobre la persona del Mesías así como lo presenta el AT. Y tiene como objetivo de analizar los nombres que se le dan al Hijo de Dios en los libros de los profetas. Los libros de los profetas son en primer lugar los cuatro grandes profetas del AT: Isaías, Jeremías, Ezequiel, Daniel, más los doce profetas llamados menores.
En este trabajo se procura hacer un estudio lingüístico, exegético y teológico de los nombres. Es sabido que los nombres tienen mucho significado en la Escritura. “Los nombres de la Biblia expresan la naturaleza o los atributos.”[1] En nuestro caso los diferentes nombres del Mesías hablan de diferentes funciones o diferentes aspectos de la obra del Mesías. Por eso, estudiando en profundidad los nombres podemos comprender mejor la obra del Mesías. A continuación se van a analizar los nombres siguiendo el orden de los libros de la Biblia, empezando con Isaías.

Análisis de los nombres

1.      Renuevo de Jehová. Isaías 4:2
Palabra original xm;c,ä = brote, germen, vástago. Como titulo mesiánico: Germen, Vástago.[2] Muchos autores lo traducen al castellano como Renuevo.
El nombre Renuevo aparece en cuatro pasajes en del Antiguo Testamento (AT). En este caso es, El Renuevo de Jehová (Is 4:2); esto tiene que ver con el evangelista Juan, quien lo presenta en su evangelio como Dios Todopoderoso.[3] Además de Isaías 4:2, el nombre aparece también en Zac 3:8; 6:12, 13.
El Comentario Bíblico Adventista (CBA) dice lo siguiente: “En los vers. 2-6 se presenta el cuadro de Cristo, el "renuevo", como Redentor y Libertador, y de la gloriosa obra que él haría en favor de su pueblo.  Originalmente, esta predicción debería haberse cumplido en el Israel literal; pero debido a su fracaso como nación, se cumplirá en principio en el Israel espiritual, cuando Cristo venga por segunda vez. El Israel literal perecería como nación, pero Jesús finalmente haría que la tierra floreciera con justicia.”[4]

LOS 144.000 REDIMIDOS DEL APOCALIPSIS 14:1-5


            Autor: Vitalie Mindru        

Introducción

El libro de Apocalipsis es uno de los libros más fascinantes de la Biblia. Para los estudiosos de la Biblia, el Apocalipsis siempre ha sido y será un desafío. Es un libro cargado de simbolismos cuya llave para entenderlos está en la Biblia. Sin embargo no es fácil comprenderlo. Entre las muchas imagines y símbolos está también el grupo de los 144.000.
Los 144.000 seguidores de Cristo de Ap 14:1-5, es el tema del presente trabajo de investigación. El propósito es de escudriñar el tema de los 144.000 para procurar ofrecer respuestas a las interrogantes que hay en torno a este grupo. Ver lo que en realidad la Biblia dice sobre esto.
Hoy en día hay diferentes explicaciones que se dan sobre los 144.000. No es el propósito de este estudio de presentar los diferentes comentarios que hay, sino más bien, centrarse en un análisis exegético-bíblico de Ap 14:1-5 y de otros textos relacionados con los 144.000.


I.                  Los 144.000 junto al Cordero

En Apocalipsis hay dos pasajes donde se mencionan los 144.000; Ap 7:1-8 y 14:1-5. Analizando los paralelos que hay entre estos dos pasajes se puede ver que se trata del mismo grupo. Mientras que en Ap 7:1-8, Juan ve a los 144.000 antes de ser sellados, es decir antes de la gran tribulación. En Ap 14:1-5, el grupo ya está con Jesús en el monte de Sion.
Aunque no es objeto de este estudio analizar si el número (144.000) es literal o simbólico, se puede ver que el lenguaje de Ap 7 es simbólico. Por lo tanto, el lenguaje y el contexto nos obligan a considerar el número como simbólico y no literal. 

LAS REFORMAS EN ISRAEL BAJO EL LIDERAZGO DE ESDRAS Y NEHEMIAS


Autor: Vitalie Mindru

INTRODUCCIÓN
Uno de los capítulos más importantes de la historia del pueblo Israel es el periodo postexilico, después de la cautividad babilónica. En este periodo empieza la reconstrucción y el fortalecimiento de la nación judía.
En el año 539 a. C. el rey persa Ciro conquisto la Babilonia y puso fin al imperio babilónico. En el primer año de su reinado el dio un decreto que le permitió a los judíos que estaban en Babilonia a regresar a Jerusalén y reconstruir el templo. El primer grupo de exiliados, unos cincuenta mil personas (Esd 2:64,65) volvieron en Judea en 537 a. C., bajo el liderazgo de Zorobabel. En medio de muchas dificultades y pruebas, consiguieron con la ayuda de Dios la reconstrucción del templo de Jerusalén en 515 a. C.
Sin embargo la situación política, económica y social de los repatriados era bastante precaria. Todo esto tenía una enorme influencia sobre la espiritualidad del pueblo. Había una constante inseguridad.
Después de unos años Dios puso en el corazón del sacerdote y escriba Esdras, el deseo de volver a Jerusalén junto con un grupo de exiliados. Así que en el año 457 a. C., unos sesenta años después un segundo grupo importante de judíos, bajo el liderazgo de Esdras volvieron a su país. Después de unos doce años, en 445 a. C., regreso de Persia también Nehemías, quien era el copero del rey Artajerjes.
Tanto Esdras como Nehemías a su regreso van a encontrarse con una situación difícil. En medio de esta situación los dos líderes van a emprender una serie de reformas en el aria civil y de la religión que traerán la esperanza y la fe entre sus compatriotas. Pero todo esto no sin mucho esfuerzo y mucha lucha con toda clase de dificultades.
El presente estudio se propone analizar este periodo de la historia del pueblo judío. Y precisamente se propone a analizar las reformas que se implementaron por parte de Esdras y Nehemías. Y que frutos trajo al final todo este esfuerzo. Al mismo tiempo se busca a sacar lecciones para reformas semejantes en el pueblo de Dios de hoy.
La iglesia cristiana de hoy se está confrontándose con problemas de alguna manera parecidos a los que enfrento el pueblo de Israel en el pasado. Las reformas implementadas en aquel periodo nos pueden servir como un ejemplo para las reformas de hoy. “La obra de restauración y reforma que hicieron los desterrados al regresar bajo el liderazgo de Zorobabel, Esdras y Nehemías, nos presenta un cuadro de la restauración espiritual que debe realizarse en los días finales de la historia de esta tierra.”[1]

LA PERSONALIDAD Y LA DIVINIDAD DEL ESPÍRITU SANTO


Autor: Vitalie Mindru

INTRODUCCION

            La personalidad del Espíritu Santo ha suscitado muchos debates en la iglesia cristiana a lo largo de la historia. Empezando con el sacerdote Arias hasta nuestro tiempo se han levantado muchos que pusieron en duda la personalidad y la divinidad del Espíritu Santo. Aunque la mayoría de las iglesias cristianas aceptan hoy la verdad bíblica sobre este tema, el debate sigue abierto.
La pregunta que se hace es ¿Quién es el Espíritu Santo? ¿Es algo o es alguien?
La iglesia cristiana se expresó sobre el Espíritu Santo empezando con el credo Niceno donde se dice que el Espíritu Santo es adorado junto con el Padre y el Hijo. Por su parte el Credo Atanasiano repite la afirmación de muchos de los padres de la iglesia cuando dice: “Así que el Padre es Dios, el Hijo es Dios, y el Espíritu Santo es Dios.”
Hay que reconocerlo desde el principio que la doctrina bíblica sobre el Espíritu Santo supone una cierta dificultad  para cualquier creyente. Tenemos que acercarnos con debida humildad y reconocer nuestras limitaciones humanas a la hora de comprender la naturaleza del Espíritu Santo.
Por esto en este estudio vamos a enfocarnos sobre lo que nos dice la Palabra de Dios sobre El Espíritu Santo y dejar a un lado las especulaciones de cualquier forma. En las Sagradas Escrituras el Espíritu Santo nos asombra por su papel en la obra de redención, por el hecho de que nunca llama la atención sobre sí mismo, más bien actúa de una forma humilde. Él nos presenta al Padre y al Hijo, enfoca toda la atención sobre ellos y nunca sobre sí. Para algunos esta es una piedra de tropiezo. Otros en cambio reconocen la transformación que el Espíritu hace en sus vidas.
Morris Venden llama al Espíritu Santo nuestro amigo,[1] en el sentido de que más que entenderlo como persona hay que experimentarlo en nuestra vida diaria. Quizás necesitamos desarrollar una comunión más íntima con la tercera persona de la divinidad que está a nuestro lado para ayudarnos en nuestro caminar hacia el reino de Dios.
Deseo que este estudio sea provechoso en entender mejor uno de los temas más difíciles de la Biblia, y que nos acerque más a nuestro Consolador.

EL PRINCIPIO DÍA-AÑO EN LA PROFECÍA BIBLICA


Autor: Vitalie Mindru

INTRODUCCIÓN
La profecía bíblica como parte de la Palabra de Dios es un desafío para cada estudiante de la Biblia. A través de la profecía Dios nos revela acontecimientos y nos transmite mensajes para nuestro crecimiento espiritual. La verificación del cumplimiento de las profecías nos ayudan a fortalecer más nuestra fe en un Dios quien esta al timón y quien dirige los eventos para cumplimento de su plan de salvación.
Como parte del estudio de la Biblia el estudio de la profecía tiene también sus reglas y su metodología. El texto profético es un texto con un lenguaje mayormente simbólico. Por esto se debe tener cuidado a la hora de interpretar este lenguaje. El texto profético hace también referencia a elementos de tiempo. Estas unidades de tiempo son de suma importancia para la interpretación correcta de los eventos descritos por la profecía.
El presente estudio tiene como propósito de analizar la interpretación del tiempo en la profecía. Sobre todo se va a centrar en analizar el principio día – año. Es decir ver si es válido usar el principio un día profético equivalente a un año literal.
Los interpretas de la profecía tienen en general dos opiniones al respecto. Unos consideran que el tiempo en la profecía hay que entenderlo de manera literal. Otros creen que las unidades del tiempo profético son simbólicas y hay que interpretarlo según el principio día – año. Hay también algunos interpretas que aplican el principio día- año para las setenta semanas de Dn 9, pero no lo usan para otros tiempos proféticos de libro de Daniel.
La mayoría de los estudiosos, los que pertenecen a la escuela preterista y futurista normalmente interpretan el tiempo profético de manera literal. En cambio quienes pertenecen a la escuela historicista consideran que estas unidades de tiempo no pueden ser literales.
A continuación se procurara ver si hay suficientes argumentos en la Biblia para sostener el principio día-año para la interpretación del tiempo profético.

lunes, 4 de febrero de 2013

LOS MILAGROS SABÁTICOS DE JESÚS EN EL EVANGELIO DE JUAN


                        Autor: Vitalie Mindru;  Facultad Adventista de España




INTRODUCCIÓN

En su ministerio, Jesús dedicó gran parte de su tiempo en sanar a toda clase de personas y a toda clase de enfermedades. De hecho según los evangelios, parece que Cristo se dedicó más en sanar a la gente que en dar sermones. Entre las muchas curaciones de Jesús hay siete que se realizaron en el día de sábado. Dado que el sábado era día de descanso y los judíos procuraban observarlo de una manera muy estricta, las obras de curación en sábado hechas por Jesús provocaron a veces conflictos entre Cristo y las autoridades religiosas judías. Partiendo de aquí mi deseo con este estudio es de examinar de una manera general todo lo relacionado con el conflicto que se desato en torno al sábado. Procurar de entender la actitud de Jesús y la actitud de sus adversarios.
En el mundo cristiano de hoy, hay muchos creyentes que piensan que las obras de Jesús en el día de sábado son una muestra de que Él abolió el cuarto mandamiento. Ellos piensan que con eso Jesús quiso enseñarnos que este mandamiento ya no es vigente. Por eso este estudio procura analizar ¿Qué tipo de obras hacia Cristo en sábado? ¿Violaban estas obras el cuarto mandamiento o eran en armonía con el mandamiento?
Debido a que el presente estudio no puede ser de larga extensión se limitara a analizar las dos curaciones que se mencionan en el evangelio de Juan. Con el propósito de examinar en detalle los dos milagros de curación que hizo Jesús en el día de sábado. Primero, Juan 5, “la curación del paralitico de Betesda”, y segundo, Juan 9, “la curación del ciego de nacimiento”. Estos dos milagros de Jesús que en Juan se llaman “señales de Jesús”, ofrecen muchos detalles que nos puede ayudar a comprender mejor el comportamiento de Cristo con respecto al sábado.
El presente estudio procura contestar a varias preguntas: ¿Por qué Jesús hizo algunas curaciones en el día de reposo?, a pesar de que Él sabía que esto pondrá en su contra a los dirigentes religiosos del pueblo. ¿Era movido por misericordia hacia personas que padecían o tenía un propósito más grande? ¿Por qué no esperaba hasta acabarse el sábado?
 Por otro lado ¿por qué los dirigentes religiosos del pueblo judío se molestaron tanto por las curaciones que hacia Jesús en el día de sábado? ¿Acaso no deberían compartir el mismo amor y la misma preocupación de Jesús hacia los enfermos?
En conclusión ¿qué hay detrás de todo este conflicto en torno al día de sábado? ¿Qué lección quiso transmitirnos Jesús con respecto a la observancia del sábado?